¿Fue montaje de la CIA o alguien que no se sabe quién fue, “filtró” el
presunto video de Mario Silva a Radonski? A estas alturas del partido
eso no tiene mucha importancia.
Desde que el crápula, mercenario, sicario, traidor, vende patria de Ismael García presentó el video ha corrido bastante agua debajo de los puentes de la ciudad. La primera debilidad de aquella acción derechista fue quién la presentó, un ser tan desprestigiado y tan descalificado que no hay nadie que lo quiera, ni su mamá quien debe sentir vergüenza de tener un hijo tan rastrero y miserable. En la derecha, desde la más “moderada” hasta la más extrema, todo el mundo le sacó el cuerpo a meterse en el problemón en el que se metió –o está metido– Ismael García quien quiso hacer una gracia y le salió la morisqueta de su vida por estar haciendo el trabajo no digamos que sucio sino de meterse en una letrina.
Indudablemente que si nos imaginamos una pelea en un ring de boxeo, el fascismo le conectó un gancho al hígado a Mario y a La Hojilla y ésta salió del aire, en parte por la denuncia, en parte por decisión del propio Mario y muy probablemente por indicación y sugerencia desde el Alto Gobierno mientras se aclaraba el affaire.
El fascismo creyó que con aquella denuncia el gobierno revolucionario se acababa, que las contradicciones, reales o presuntas, que el narrador señala en la cinta, era el golpe mortal que iniciaría el derrumbe del debilitado rrrrrrégimen de Maduro que no resistiría la gravedad del conflicto entre dirigentes (Diosdado contra Maduro y Maduro increpándolo, el general Rangel contra el ministro de la defensa). La intencionalidad divisionista del movimiento revolucionario, de las fuerzas chavistas y socialistas con la brutal maniobra derechista, es más que evidente, pero ¿lo lograron o qué lograron en verdad?
La respuesta política desde el campo revolucionario fue la que debía darse, como un burdo chisme, ese tratamiento se dio en el parlamento cuando la canalla fascista que allí hace vida maniobró y manipuló para que el tema del video fuese discutido en la plenaria, pero ni Diosdado ni el resto de los diputados bolivarianos pisaron el peine, “aquí no se discute ni debaten chismes” se dijo y la mayoría socialista negó la propuesta que entre otros hizo el más cobarde y timorato de los políticos derechistas, Andrés Velásquez.
Algo si se puso de manifiesto cuando estalló el affaire, el plomo tigrero contra Mario y La Hojilla, los ataques más despiadados y desmesurados que se pueda uno imaginar, incluso provenientes del campo de la revolución. Aquellas voces –no pocas del campo de la derecha– le pasaron factura al conductor del prestigioso programa, hombre cargado de defectos y virtudes, pero de los muy pocos que certeramente desenmascara a la derecha fascista. Puede gustarnos o no lenguaje a veces su escatológico o su estilo que puede parecer prepotente y soberbio, más eso no disminuye en nada lo acertado de sus denuncias y el desenmascaramiento de esos factores que bajo los dictados del imperio yanqui, la alianza mossad/CIA, Uribe y sus paramilitares, los mercenarios salvadoreños de D’buisson y Posada Carriles, del terrorismo cubano/mayamero, el narcotráfico y la conspiración de empresarios como Ravell, Mezehane o los pseudo empresarios de Fedecámaras conspiran.
¿Por qué el Comandante Supremo, Hugo Chávez apoyaba en los términos que lo hizo siempre desde que nació La Hojilla? Porque tenía más que claro que indiscutiblemente el filo de los ataques de Mario iban al pútrido corazón de la extrema derecha, epicentro de todas las conspiraciones, subversiones e intentos golpistas contra su gobierno. No sólo eso, La Hojilla marcó toda una escuela en el combate contra los enemigos del pueblo, suyo es el tomar extractos de videos de entrevistas, declaraciones, análisis de personajes de la derecha –la mayoría puro bates quebrados e ilustres desconocidos– para desmontar, con agudos análisis, las falacias, mentiras, intrigas y cizaña de los y las fascistas, en defensa de la Revolución. Mario construyó un importante equipo de investigadores.
En los últimos tiempos acompañaron a Mario en la conducción del programa el periodista Durán y el profesor Arenas. Sin dudas todo un acierto. Hay varios hechos de enorme importancia política. Uno es el caso de las Cableras o empresas que tienen la concesión de los programas televisivos extranjeros. El seguimiento que Durán hizo –y los otros conductores, por supuesto– puso al desnudo ese nido de conspiradores que utilizan las Cableras para golpear las políticas del gobierno revolucionario, conspiración que se ha ido haciendo cada vez más dura ante la inacción de Conatel que viene a ser la más tolerante y laxa de las instituciones del Estado en la no aplicación ni de la Ley Resorte ni en la descarada violación de las leyes como todos los días hace esa llaga infestada y purulenta que es Globoterror. ¿Actuó el gobierno y metió en cintura a las Cableras? Al parecer no.
Pero sin duda donde Mario, La Hojilla y Durán se lucieron, con el enorme aporte del profesor Arenas, experto en informática y conocedor a fondo de los secretos del twitter, uno de los más poderosos instrumentos para el dominio de naciones a través de las redes sociales. En Venezuela el twitter estaba totalmente controlado por la derecha fascista venezolana y mundial. La Hojilla invirtió esa ecuación y, por ejemplo, le mostró al mundo que Capriles es el autor intelectual del asesinato de 11 venezolanos y venezolanas chavista por parte de sus bandas de asesinos cuando exhortó, el 14 de abril, a tomar el poder por la vía violenta para provocar una guerra civil. Ese cosmos que es internet donde navegan twitteros de todo el mundo, tienen claro quién es ese individuo siniestro, servil, pro imperialista y vende patria hasta los tuétanos. de unos niveles de violencia y criminalidad que debería estar en un manicomio porque, sin dudas, es un demente. Bueno, Mario y el equipo de La Hojilla crearon una descomunal tropa chavista de twitteros que lo ha defendido sin denuedo en esta campaña de destrucción. Él es el enemigo a destruir, eso lo tiene claro desde el mosasad hasta la CIA, desde el capo Barito hasta sus bandas criminales.
¿Volverá La Hojilla al aire? Ya ese es un asunto política que le toca resolverlo al Presidente Maduro, quien frecuentemente lo elogia. ¿Salió Mario debilitado o fortalecido? Creo que lo último. Quizás deba cambiar algunas cosas en su estilo personal, pero los misiles contra la derecha, el fascismo criollo y el imperialismo, deben estar prestos a atacar y a defender la Revolución Bolivariana, Chavista y Socialista.
Desde que el crápula, mercenario, sicario, traidor, vende patria de Ismael García presentó el video ha corrido bastante agua debajo de los puentes de la ciudad. La primera debilidad de aquella acción derechista fue quién la presentó, un ser tan desprestigiado y tan descalificado que no hay nadie que lo quiera, ni su mamá quien debe sentir vergüenza de tener un hijo tan rastrero y miserable. En la derecha, desde la más “moderada” hasta la más extrema, todo el mundo le sacó el cuerpo a meterse en el problemón en el que se metió –o está metido– Ismael García quien quiso hacer una gracia y le salió la morisqueta de su vida por estar haciendo el trabajo no digamos que sucio sino de meterse en una letrina.
Indudablemente que si nos imaginamos una pelea en un ring de boxeo, el fascismo le conectó un gancho al hígado a Mario y a La Hojilla y ésta salió del aire, en parte por la denuncia, en parte por decisión del propio Mario y muy probablemente por indicación y sugerencia desde el Alto Gobierno mientras se aclaraba el affaire.
El fascismo creyó que con aquella denuncia el gobierno revolucionario se acababa, que las contradicciones, reales o presuntas, que el narrador señala en la cinta, era el golpe mortal que iniciaría el derrumbe del debilitado rrrrrrégimen de Maduro que no resistiría la gravedad del conflicto entre dirigentes (Diosdado contra Maduro y Maduro increpándolo, el general Rangel contra el ministro de la defensa). La intencionalidad divisionista del movimiento revolucionario, de las fuerzas chavistas y socialistas con la brutal maniobra derechista, es más que evidente, pero ¿lo lograron o qué lograron en verdad?
La respuesta política desde el campo revolucionario fue la que debía darse, como un burdo chisme, ese tratamiento se dio en el parlamento cuando la canalla fascista que allí hace vida maniobró y manipuló para que el tema del video fuese discutido en la plenaria, pero ni Diosdado ni el resto de los diputados bolivarianos pisaron el peine, “aquí no se discute ni debaten chismes” se dijo y la mayoría socialista negó la propuesta que entre otros hizo el más cobarde y timorato de los políticos derechistas, Andrés Velásquez.
Algo si se puso de manifiesto cuando estalló el affaire, el plomo tigrero contra Mario y La Hojilla, los ataques más despiadados y desmesurados que se pueda uno imaginar, incluso provenientes del campo de la revolución. Aquellas voces –no pocas del campo de la derecha– le pasaron factura al conductor del prestigioso programa, hombre cargado de defectos y virtudes, pero de los muy pocos que certeramente desenmascara a la derecha fascista. Puede gustarnos o no lenguaje a veces su escatológico o su estilo que puede parecer prepotente y soberbio, más eso no disminuye en nada lo acertado de sus denuncias y el desenmascaramiento de esos factores que bajo los dictados del imperio yanqui, la alianza mossad/CIA, Uribe y sus paramilitares, los mercenarios salvadoreños de D’buisson y Posada Carriles, del terrorismo cubano/mayamero, el narcotráfico y la conspiración de empresarios como Ravell, Mezehane o los pseudo empresarios de Fedecámaras conspiran.
¿Por qué el Comandante Supremo, Hugo Chávez apoyaba en los términos que lo hizo siempre desde que nació La Hojilla? Porque tenía más que claro que indiscutiblemente el filo de los ataques de Mario iban al pútrido corazón de la extrema derecha, epicentro de todas las conspiraciones, subversiones e intentos golpistas contra su gobierno. No sólo eso, La Hojilla marcó toda una escuela en el combate contra los enemigos del pueblo, suyo es el tomar extractos de videos de entrevistas, declaraciones, análisis de personajes de la derecha –la mayoría puro bates quebrados e ilustres desconocidos– para desmontar, con agudos análisis, las falacias, mentiras, intrigas y cizaña de los y las fascistas, en defensa de la Revolución. Mario construyó un importante equipo de investigadores.
En los últimos tiempos acompañaron a Mario en la conducción del programa el periodista Durán y el profesor Arenas. Sin dudas todo un acierto. Hay varios hechos de enorme importancia política. Uno es el caso de las Cableras o empresas que tienen la concesión de los programas televisivos extranjeros. El seguimiento que Durán hizo –y los otros conductores, por supuesto– puso al desnudo ese nido de conspiradores que utilizan las Cableras para golpear las políticas del gobierno revolucionario, conspiración que se ha ido haciendo cada vez más dura ante la inacción de Conatel que viene a ser la más tolerante y laxa de las instituciones del Estado en la no aplicación ni de la Ley Resorte ni en la descarada violación de las leyes como todos los días hace esa llaga infestada y purulenta que es Globoterror. ¿Actuó el gobierno y metió en cintura a las Cableras? Al parecer no.
Pero sin duda donde Mario, La Hojilla y Durán se lucieron, con el enorme aporte del profesor Arenas, experto en informática y conocedor a fondo de los secretos del twitter, uno de los más poderosos instrumentos para el dominio de naciones a través de las redes sociales. En Venezuela el twitter estaba totalmente controlado por la derecha fascista venezolana y mundial. La Hojilla invirtió esa ecuación y, por ejemplo, le mostró al mundo que Capriles es el autor intelectual del asesinato de 11 venezolanos y venezolanas chavista por parte de sus bandas de asesinos cuando exhortó, el 14 de abril, a tomar el poder por la vía violenta para provocar una guerra civil. Ese cosmos que es internet donde navegan twitteros de todo el mundo, tienen claro quién es ese individuo siniestro, servil, pro imperialista y vende patria hasta los tuétanos. de unos niveles de violencia y criminalidad que debería estar en un manicomio porque, sin dudas, es un demente. Bueno, Mario y el equipo de La Hojilla crearon una descomunal tropa chavista de twitteros que lo ha defendido sin denuedo en esta campaña de destrucción. Él es el enemigo a destruir, eso lo tiene claro desde el mosasad hasta la CIA, desde el capo Barito hasta sus bandas criminales.
¿Volverá La Hojilla al aire? Ya ese es un asunto política que le toca resolverlo al Presidente Maduro, quien frecuentemente lo elogia. ¿Salió Mario debilitado o fortalecido? Creo que lo último. Quizás deba cambiar algunas cosas en su estilo personal, pero los misiles contra la derecha, el fascismo criollo y el imperialismo, deben estar prestos a atacar y a defender la Revolución Bolivariana, Chavista y Socialista.
La hojilla. es la punta de lansa de la revolución chavista.debe bolrber al aire.para seguir desmascarando la opcicion que cuenta con el apoyo delas televisoras de miami.que tienen un ataque permanente contra la revolución chavista
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