Rusia asegura que la Agencia
Central de Inteligencia de EE.UU. (CIA, por sus siglas en inglés) cruzó
la línea roja al ignorar las advertencias de Moscú de que cejara en sus
intentos por reclutar espías en territorio ruso.
El portavoz del Servicio de Seguridad Federal ruso (FSB, por sus siglas en inglés), Nikolai Zajarov, afirmó el jueves que en octubre de 2011, el FSB advirtió oficialmente a la CIA que, en caso de que estas medidas estadounidenses se continuasen registrando en el país euroasiático, el FSB tomaría “medidas idénticas”.
“La CIA cruzó una línea roja y nos hemos visto obligados a reaccionar (...) La CIA no tuvo en cuenta nuestra preocupación”, afirmó Zajarov, al mostrar el claro descontento del Gobierno de Moscú ante este tema.
La nueva polémica entre estos dos antiguos enemigos de la Guerra Fría se produjo el pasado 14 de mayo, cuando las autoridades rusas detuvieron a un diplomático de Estados Unidos, identificado como Ryan Fogle, bajo la acusación de intentar reclutar a un nacional ruso para que espiara para la CIA.
En este contexto, Zajarov agregó que el pasado mes de diciembre, también, un diplomático estadounidense fue sorprendido cuando intentaba reclutar a un agente ruso, lo que provocó que tuviera que abandonar Rusia el 15 de enero de este año, tras ser declarado 'persona non grata'.
Zajarov informó que el Servicio de Seguridad Federal de Rusia sabía que Fogle trabajaba para la CIA, desde el momento en que entró en el territorio ruso en abril de 2011; asimismo, añadió que “con la esperanza de que la dirección de la CIA sacara las conclusiones necesarias, no hicimos público este caso. Pero, aparentemente, el seguimiento de los principios de ética profesional por parte del FSB no fue adecuadamente reconocido”.
El caso Fogle se produjo días después de que el presidente ruso, Vladimir Putin, y el secretario de Estado estadounidense, John Kerry, destacaran en la capital rusa que las relaciones entre Moscú y Washington estaban mejorando.
HispanTV
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