Es
sabido que el FBI, una de las agencias de inteligencia de los Estados
Unidos, se mueve como pez en el agua, operando en las sombras, en toda
la región. La nota de los Estados Unidos al juez Sergio Torres que se
publica en esta edición y que tiene por objeto planchar la causa de
lavado de dinero denunciada por Arbizu, lleva la firma de la agregada
Jurídica del FBI, Beth D. Mc Conn. La mujer en cuestión pareciera ser la
elegida por el bureau de investigaciones para operaciones por fuera de
los acuerdos protocolares y legales entre la Argentina y los Estados
Unidos.
En el año 2011, en un caso de ribetes extraños, el juez de
instrucción Juan Ramos Padilla le ordenó a la Cancillería que convoque a
la que entonces se presumía como una supuesta agregada diplomática del
FBI en la Embajada de los Estados Unidos en la Argentina para que
formule aclaraciones sobre una denuncia de pedofilia en un hotel de
Córdoba. La mencionada por el magistrado era, paradójicamente, Mc Conn,
la misma que Arbizu denunció por intromisión en la causa de lavado por
él denunciada.
En Córdoba, la orden se dio con el objetivo de saber si el FBI se
había introducido, sin consentimiento de las autoridades locales, en una
investigación sobre distribución por Internet de pornografía infantil
contra un ciudadano argentino. Pero la citación fue un bluff. A Mc Conn
la convocaron cuatro veces y en ninguna concurrió. Según la marcha de
ese caso, Mc Conn habría remitido al jefe de Delitos en Tecnología y
Análisis Criminal de la Policía Federal, Carlos Savalo, dando cuenta de
un usuario radicado en la Argentina que estaría distribuyendo "imágenes
de pornografía infantil" por medio de una red de chat privada.
El juez Ramos Padilla citó a Mc Conn con el objetivo de que
ratificara su denuncia y diera cuenta de qué indicios le generaron la
idea de lo que estaba ocurriendo, ya que "el FBI carece de jurisdicción
en la Argentina y en todo caso la Cancillería debería conocer esta
información". Y agregó que, "lo que en apariencia podría ser la comisión
de un delito por un ciudadano de nuestro país, descubierto por
investigadores estadounidenses, podría ser también la respuesta de una
acción provocada por agentes de FBI tal como ya sucedió y fue reconocido
por el más alto tribunal de los Estados Unidos".
Por:
Tiempo Argentino
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