La situación
en Cuba parece compleja, especialmente para quienes no conocen en detalles las
interioridades y dinámica de un proceso revolucionario que se estrena sin
referencias, ni respuestas exactas para lograr sus propósitos.
Ahora
resulta que desde hace unos meses salió al exterior la señora Yoani Sánchez,
una persona que ha hecho buen negocio por criticar al gobierno cubano desde
Cuba, donde vive holgadamente y donde según la señora, las autoridades la
maltratan y le hacen la vida difícil.
Al parecer
lo que las autoridades hacen es no permitirle hacer cosas prohibidas por las
leyes vigentes y en oportunidades la defienden de cierta ira ciudadana quienes,
a diferencia de otros países pueden realizar dentro de las barriadas, funciones
que solamente son usualmente permitidas a las fuerzas del orden público.
Son muchos
quienes dicen cosas desde Cuba, criticando al gobierno. Pero la señora Sánchez
tiene la facilidad de que está en un bando llamado disidentes.
Es un título
oficioso creado por la prensa internacional, cuyo origen se remonta al
surgimiento en Rusia, de aquellas personas que, sin renunciar al socialismo o
las ideas de Kart Marx, enfrentaban regulaciones, leyes y prácticas del
gobierno soviético.
Con el
desarrollo de la tecnología Yoani mutó de disidente a bloguera, un término de
los nuevos tiempos donde cualquier pelagatos puede abrir una página en las
ondas virtuales de ese gran adelanto de las comunicaciones que tiene como
contraparte negativa, convencer a legos y tontos de ser médicos, ingenieros,
políticos, economista, sociólogos y cuantas cosas se les ocurra ser.
Ahora
resulta que para ser médicos ya no es necesario tener la academia, ni asistir a
la universidad, solamente hace falta tener acceso a Google.
Pero bueno,
volviendo al tema tenemos que decir que muchos otros participan de las
posiciones de la señora Sánchez, la cual desde la perspectiva de algunos
como Coco Fariñas, alguien de provincias que también ha engrosado las
filas de esta disidencia, considera a la señora como una “vaca sagrada” y se
queja de que su “movimiento”, formado solamente por Coco, parece “no tener
mucha cabida en La Habana”.
No hay
realmente una divergencia de propósitos en las corrientes representadas por
esta disidencia. Generalmente los movimientos que se enfrentan a un estado
político tienen mucho en común y las diferencias surgen cuando una línea
determinada ocupa el Poder. Entonces, desde la nueva posición estigmatiza con
diversos adjetivos al contrario para eliminarlo políticamente y quedar así en
libertad de actuar con impunidad y quizás eventualmente, llevados por las
nuevas circunstancias es posible que surjan diferencias sustanciales entre las
partes.
Así ocurre
siempre en el río revuelto de las insurrecciones, sean estas revolucionarias o
reaccionarias. Pero por el momento estas pocas personas, donde Yoaní (haciendo
uso de un viejo refrán) parece ser la que se ha llevado “el mono al agua”,
continuarán recibiendo buenos financiamientos que les permitirán continuar
disfrutando de fabulosos viajes y complacientes comparecencias.
No todos las
partes los aceptan, especialmente los antiguos representantes del llamado
“exilio histórico”. Pero esto ya está calculado.
Estados
Unidos desde su Departamento de Estado, conoce con precisión las cosas que van
a suceder y precisamente conciente del mimetismo camaleónico de quienes gustan
recibir aplausos del público y sobre todo compensaciones financieras, los deja
correr y los integra lentamente al nuevo muñeco que cambiará la política hacia
Cuba, aunque todavía no conocemos en qué dirección exactamente piensan
cambiarla.
Las antiguas
fuerzas radicadas en Miami se los tienen que tragar, inclusive se ven obligados
a darles dinero, lo cual no les viene mal, aunque en definitiva las grandes
sumas provendrán de instituciones internacionales diversas, como el Premio
Sajarov, periódicos que reciben subterráneas ayudas y las múltiples filiales de
ese gran negocio que se llama “la lucha por los derechos humanos”. Por esas
vías la USAID y otros aparatos de la inteligencia estadounidense, canalizan
sumas apreciables.
Lo que está
ocurriendo contradice la propaganda que existiera hasta hace poco tiempo
diciendo que Cuba no tenía más remedio que silenciar a estas personas.
Es cierto
que así ha sido hasta hace unos años, pero sin dudas que las cosas han cambiado
y contradictoriamente Cuba ha continuado un proceso de cambios estructurales,
prácticos y conceptuales, que en la época de los dogmatismos soviéticos eran
inconcebible.
Quizás la
salida de Yoani al exterior y de otros muchos, cada cual manifestando opiniones
diversas respecto al embargo y otros asuntos, despeje la complejidad cubana que
los menos informados le atañen. Sin dudas que estas variantes estimulará en
ellos una nueva visión.
Las cosas
están cambiando y parece ser que el impulso viene de Washington. Esperar para
ver.
Así lo veo y
así lo digo.
Hay muchos
que lo ven de igual modo pero no quieren decirlo o no pueden o no se atreven.
*Lorenzo
Gonzalo, periodista cubano residente en los EE.UU., Subdirector de Radio Miami.
Enviado
por el autor a: Martianos-Hermes-Cubainformación
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