Documental sobre la vida del poeta arroja más luz sobre su asesinato
“Criminales, criminales. Porque los revolucionarios que matan para
castigar la discrepancia, son tan criminales como los militares que
matan para perpetuar la injusticia”, lapidarias palabras de la boca del
connotado intelectual uruguayo, Eduardo Galeano.
Galeano
se refiere de esta forma a los seres quienes el 10 de mayo de 1975 se
encargaron de asesinar al escritor salvadoreño más trascendental a nivel
internacional: Roque Dalton García. Lo atroz del caso es que estos
individuos pertenecían a la misma organización guerrillera a la que
Dalton perteneció.
Este
testimonio se extrae de la recientemente estrenada película “Roque
Dalton, fusilemos la noche”, obra de la austríaca Tina Leisch, una
entusiasta de la obra de Dalton que ofrece a través de testimonios de
quienes lo conocieron, un amplio panorama sobre la vida del poeta.
Pero
además el documental ofrece el detalle del involucramiento de Dalton en
el Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP), aparte de testimonios
nunca antes difundidos y que confirman lo sostenido por la familia del
poeta por casi 40 años: Jorge Meléndez (Jonás) y Joaquín Villalobos
(Atilio) se encargaron de dar muerte a tiros a Dalton.
Se
trata de los testimonios del ex comandante guerrillero Santos Lino
Ramírez, conocido en el conflicto armado como “chele Cesar”, además de
Saúl Mendoza y Porfirio Hernández, los tres son miembros fundadores del
ERP que convivieron con Roque Dalton.
Saúl
Mendoza explica que el 10 de mayo de 1975, él salió de la casa
clandestina donde tenían prisionero a Dalton y a Armando Arteaga
(Pancho), para visitar a su madre (por ser el Día de las Madres); luego
al regresar se reunió con un compañero del ERP a la 1:45 de la tarde,
quién le comenta que “Humberto Portillo o Vladimir Rogel, para entonces
un alto comandante del ERP, había asesinado a Armando Arteaga, conocido
como Pancho, un revolucionario cuyos restos permanecen en un lugar no
determinado, junto a los de Roque Dalton.
Saúl Mendoza y Porfirio Hernández narran lo que ocurrió aquel 10 de mayo de 1975.
“Jonás
(Jorge Meléndez) estaba en la ventana hablando con Roque y entra
Joaquín (Villalobos), le tira un cuetazo y no lo agarra y luego se le
tira en la cama, ahí le dice Roque “no matés” y en la cama le pegó el
cuetazo”…, narró Hernández.
La
versión del alto mando del ERP que justifico lo que ellos llamaron un
“proceso”, que derivó en la muerte de Dalton, fue haberlo acusado de ser
agente infiltrado de la Agencia Central de Inteligencia de los Estados
Unidos (CIA).
El
año pasado fueron desclasificados documentos de la CIA que aseveran que
Dalton nunca perteneció ni quiso colaborar con la CIA mientras estuvo
prisionero por la dictadura militar que imperaba en la década de 1960.
Dicha escena es dramatizada en el documental “Roque Dalton, fusilemos la
noche”.
Para
los ex combatientes consultados en el documental, el motivo que
llevó al asesinato de Dalton estaba relacionado con los celos que
levantaba su figura entre los dirigentes y el carisma que tenía para con
la militancia
“Toda
esta gente del ERP (la dirección) se sintió amenazada con los grandes y
profundos conocimientos de Roque Dalton, que de cara a la militancia de
la organización, era el futuro jefe del ERP”, sostiene Santos Lino en
la película, quien agregó que si Dalton no hubiera sino asesinado,
hubiera sido el jefe del ERP.
Antonio
Calderón, fundador de la guerrilla urbana del ERP, aparece en la
película explicando que en 1973, Alejandro Rivas Mira y Eduardo Sancho
(conocido como Fermán Cienfuegos), para ese entonces el uno y dos del
ERP, viajaron a Cuba para pedir ayuda militar, política y económica para
la insipiente guerrilla en El Salvador.
Calderón
relata que la petición es aprobada por Cuba, pero condicionó al ERP a
que aceptara a Roque Dalton como asesor político y militar.
“Para la militancia eso no representaba un problema, porque se inspiraba en la Revolución Cubana”, destacó el ex combatiente.
La
familia del poeta ha sostenido que Roque Dalton no fue agente de nadie,
“fue un revolucionario que actuó con honestidad absoluta”, dijo Juan
José Dalton.
En
1993, el periodista e hijo de Roque Dalton, Juan José, entrevistó para
el rotativo mexicano Excelsior a Joaquín Villalobos. Quien llegara a ser
firmante de los Acuerdos de Paz menciona que Alejandro Rivas Mira,
Jorge Meléndez, Humberto Portillo (también conocido como Vladimir
Rogel), Alberto Sandoval (Lito) y otro miembro del ERP de seudónimo
Mateo, y él mismo, integraron la conspiración para asesinar al poeta.
Villalobos
reconoció que era una “cosa falsa” la vinculación de Dalton con la CIA
y añadió que eso “funcionó casi como el mecanismo para consumar el
error”.
Un error que en palabras de Villalobos subraya como “el más grande de mi vida”.
Hasta
este punto solo se conoce la confesión de Villalobos de quienes
participaron en el asesinato de Dalton. Por su parte, Jorge Meléndez,
quién es el actual secretario para Asuntos de la Vulnerabilidad del
gobierno de Mauricio Funes, guarda silencio sobre los detalles del
crimen y el paradero de los restos del poeta.
Meléndez,
tildado como “genuino colaborador” por el presidente Funes, ha eludido
el tema de Dalton a lo largo de su gestión en el gobierno, aun cuando
asistió a la Audiencia inicial decretada a principios de 2012 por el Juzgado 9º de Paz de San Salvador.
Meléndez
alude a que “tiene cosas que decir, pero prefiere callar”, porque
está preparando un libro en el que revelará lo callado por más de 38
años.
De hecho, la misma realizadora austríaca Tina Leisch
declaró en el lanzamiento de su filme que intentó entrevistar a Jorge
Meléndez, pero que su petición fue denegada reiteradamente.
Hace
tres años en una entrevista a ContraPunto, Meléndez admitió “sentirse
orgulloso” en lo que llamó “un proceso político”, el cual acabó con la
muerte y desaparición de Dalton.
“Hombres
como Roque Dalton resultaban incómodos para una izquierda enferma de
solemnidad, como era en aquellos años un sector de la guerrilla. Hay que
tener en cuenta que a Roque lo mataron sus compañeros. Después fue
fácil echarle la culpa a la CIA y a otros enemigos esos que asechan.
Roque fue matado de un tiro en una tregua de un debate que se estaba
dando en la dirección del grupo guerrillero que él integraba”, sentencia
el uruguayo Eduardo Galeano en si intervención en “Roque Dalton,
fusilemos la noche”.
“Poco a poco van a ir apareciendo hechos”
Juan
José Dalton aclara que los testimonios de Lino, Mendoza y Hernández,
han sido recolectados por él mismo junto a otros relatos de ex
combatientes del ERP, como parte de las investigaciones sobre la muerte
de su padre.
“Es
innegable lo que ellos cuentan (…) En alguna ocasión Jorge Meléndez ha
manejado que nosotros lo hemos difamado, pero que lo digan los que
estuvieron con ellos en aquel momento, creo que hace contundente el
testimonio”, asevera el periodista.
Juan José Dalton destaca que así como existen estos testimonios, “poco a poco van a ir apareciendo hechos”.
“La verdad sobre la muerte de mi padre no es solo eso, sino que él fue maltratado cuando hecho prisionero”, afirma.
Esta
versión es confirmada en el libro “Memorias de un guerrillero” del ex
combatiente Juan Ramón Medrano, quien llegó a formar parte de la
dirigencia del ERP, cuando se abrió el conflicto armado en El Salvador.
Medrano
escribe en el primer capítulo de su libro que Roque Dalton era golpeado
por “hombres jóvenes” y denigrado por su obra poética, mientras que
Dalton en todo momento intentaba hacer entrar en razón a sus compañeros,
por la falsedad de las acusaciones proferidas en su contra.
Las
investigaciones hechas por Juan José Dalton lo han llevado a averiguar
que el día de la muerte de su padre y para disimular los balazos que
salieron de la casa, una mujer salió a la calle a hacer explotar unos
“cuetes” (pirotécnicos) .
El
Juez 9º de Paz de San Salvador dictó el 9 de enero de 2012
sobreseimiento definitivo a Jorge Meléndez y Joaquín Villalobos, bajo el
argumento de que el crimen de Dalton había prescrito en el margen del
Código Penal existente.
..."En alguna ocasión Jorge Meléndez ha manejado que nosotros lo hemos difamado, pero que lo digan los que estuvieron con ellos en aquel momento, creo que hace contundente el testimonio”, asevera Juan José Dalton |
La
base del dictamen del juez se centró en que como El Salvador no ha
suscrito el instrumento constitutivo de la Corte Penal
Internacional(conocido como Estatuto de Roma), no se podría tipificar el
caso como crimen de lesa humanidad, tal como lo sostiene la familia del
poeta.
No obstante, decretó que es necesario conocer la verdad sobre los hechos, sin que exista un proceso penal de por medio.
Dos
meses antes de esta audiencia, la familia Dalton llevó el caso ante la
Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), la cual anunció en
mayo de 2012 que ha iniciado los trámites para admitir la demanda por
retardación de justicia en el asesinato del poeta.
Juan
José Dalton comenta que en un escenario en el que la CIDH recomiende al
Estado salvadoreño la reapertura del caso Roque Dalton, todos los
testimonios recopilados a lo largo de los años, incluidos los
testimonios de Lino, Mendoza y Hernández, pueden servir perfectamente
como pruebas judiciales.
Pero
a esto suma que hubo otros hechos que involucran al ERP como una
organización que perseguía la discrepancia que no se conocen, de los
cuales, el de Roque Dalton fue el más emblemático.
“Precisamente
por eso es que el crimen de mi padre se considera de lesa humanidad,
porque fueron varios los asesinatos, sistemáticos, por divergencia
políticas”, indica Dalton.
Previamente
a su asesinato, Roque Dalton y Armando Arteaga fueron sancionados por
una presunta llegada tarde a una casa en la que tenían que entregar unas
armas, razón por la cual fueron puestos en arresto domiciliar, según
comenta Juan José Dalton, basándose en sus investigaciones.
“El
conflicto en el seno del ERP se agudiza más entre los políticos y los
militaristas. Los militaristas, que tenían la mayor parte de la
organización, instauran un estado de emergencia, debido a lo que
llamaron una infiltración” enfatiza.
La
acusación de infiltración de la que habla el hijo del poeta, era la que
atribuyeron a su padre por ser un “agente cubano”, pero al ver que la
acusación fue revertida, la dirigencia del ERP la cambia por “agente de
la CIA”.
El
arresto domiciliar en el que son puestos Roque Dalton y Armando
Arteaga, se dio gracias a la intercesión de Eduardo Sancho o “Fermán
Cienfuegos”, quien más tarde se separaría del ERP para encabezar la
Resistencia Nacional (RN), una de las cinco organizaciones que
conformaron el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN)
en 1980.
“Ya
ahí está planteada la parte obsesiva-enfermiza de los revolucionarios
que ven enemigos en la sopa. Ellos decidieron que procede la acusación
de traición y se decide fusilarlo…”, comenta Sancho en “Roque Dalton,
fusilemos la noche”, documental de la austríaca Tina Leisch.
SAN SALVADOR
Tomado de http://www.rcc.contrapunto.com.sv
Que tristeza me provoca esta noticia, estos señores por esconder su crimen contra la humanidad del poeta Roque Dalton, han enlodado el sacrificio de todos los combatientes del ERP, verdaderos revolucionarios, que ofrendaron su vida para tener cambio en nuestros país. Señores Villalobos y Meléndez, por dignidad y respeto a la militancia del ERP, acepten su error y crimen histórico diciendo la verdad.
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