miércoles, 8 de mayo de 2013

Periodistas argentinos repudian espionaje policial al interior de medio

La Agencia de Noticias Rodolfo Walsh (AW), descubrió hace pocos días que uno de sus integrantes era, en realidad, un oficial de inteligencia de la Policía Federal. 

Américo Alejandro Balbuena se movió entre ellos durante diez años. Y así lo hizo, entonces, entre organizaciones sociales, gremiales y políticas, entre activistas y luchadores, lo que demuestra cómo aún funciona el aparato de espionaje de las fuerzas de seguridad sobre luchadores sociales. Balbuena se desempeñaba como jefe de la sección Reunión-División Análisis, un lugar que ocupaba desde la dictadura militar.

Desde el Colectivo de Trabajadores de Prensa (CTP) repudiamos esta infiltración, como cualquiera que se produzca en los movimientos del campo popular, y alertamos sobre la gravedad de que organismos represivos espíen a luchadores sociales. Balbuena (foto) ingresó a la Agencia Walsh en 2002 bajo el gobierno de Eduardo Duhalde y se mantuvo como espía hasta hace pocos días. "Fue responsable de la agenda de actividades políticas, lo que le permitió tener el mapa del movimiento popular", explicó la Walsh en un comunicado.

Nos solidarizamos con los compañeros y compañeras de la Agencia Walsh y pedimos una respuesta inmediata del gobierno a las denuncias. Para los trabajadores de prensa, el trabajo militante de la Agencia Walsh es y será indispensable. Son ellos, como otros medios alternativos, quienes dan visibilidad a nuestros conflictos y reclamos, nuestras luchas y movilizaciones, siempre silenciadas por la prensa tradicional. Por eso, sentimos muy de cerca este hecho grave que los atraviesa. Reivindicamos la tarea que realizan por una comunicación al servicio del pueblo y nos ponemos a su disposición para lo que necesiten.

LATAM: Reporte (drm)

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