Para aproximadamente tres estadunidenses de cada cuatro (el 77%) la religión no parece tener tanta influencia en la vida del país como se afirmaba en el pasado.
Se trata del porcentaje más elevado de desconfianza hacia el poder de la fe
que se ha registrado en los últimos 40 años, según un sondeo de la
Gallup. Al mismo tiempo, un porcentaje parecido cree que esta pérdida de
fe no es positiva para el país.
El 75% de los entrevistados considera que si los Estados Unidos
fueran más religiosos sería un país mejor. Frank Newport, el responsable
de Gallup, comentó: "Para bastantes ciudadanos no solo es algo
positivo. Sucede, pero no les gusta a los estadunidenses".
El instituto Gallup llevó a cabo un sondeo telefónico entre el 2 y el
7 de mayo con 1535 personas, y tiene un margen de error de tres puntos
percentuales (más o menos), de acuerdo con Vatican Insider.
Según este estudio, el 77% de la población de los Estados Unidos
declaró que la religión está perdiendo su influencia. Desde 1957, cuando
se llevó a cabo el primer sondeo parecido, la percepción del poder de
la religión en la vida de los estadunidenses nunca había sido tan baja.
No se indica el grado de religiosidad personal entre los
estadounidenses, así como tampoco la práctica religiosa (como la
asistencia a la misa), sino, más bien de qué forma los grandes sucesos y
las tendencias modelan las opiniones compartidas con respecto a la fe.
Por ejemplo, la revolución sexual, la guerra de Vietnam y el crecimiento
de la “contracultura” han alimentado la percepción, desde la década de
los 60, de que la religión se está desvaneciendo.
Los años en los que esta opinión había sido más alta fueron
justamente 1969 y 1970, cuando el 75% de la población estadunidenses
afirmaba que la religión estaba perdiendo su prestigio en la sociedad.
Una imagen parecida dominó durante los años 1991 y 1004, y después, a
partir de 2007 hasta nuestros días.
Los estadounidenses percibieron que los valores religiosos estaban
aumentando su influencia enla vida pública en 1957, en 1962 y en algunos
momentos particulares de la administración Regan.
El punto más alto de esta percepción se dio (y ha sido el más alto en
absoluto) después del atentado en contra de las Torres Gemelas de
septiembre de 2001. Sin embargo, el sondeo no indica (y hubiera sido
interesante) cuáles han sido los factores que han influido las opiniones
relacionadas con la presencia de la fe.
Pero, de cualquier manera, los resultados del sondeo están
fuertemente vinculados con la religiosidad personal de los
entrevistados, según el Instituto Gallup.
Más del 90% de las personas entrevistadas y que frecuentan
normalmente celebraciones religiosas respondieron que tendrían un mejor
país si los Estados Unidos fueran más religiosos. Este porcentaje
desciende al 58% entre los entrevistados que frecuentan menos las
Iglesias.
Agencias
Tomado de http://sipse.com
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