Decreto del Estado Islámico (ex EIIL) sobre los cristianos
Estado Islámico
Oficina de Justicia |
Decreto
Loado sea Dios y gloria al Islam por su victoria,
Humillación para los politeístas en su sumisión,
Que Su justicia, Su paz y Sus bendiciones vayan a aquel a quien Dios iluminó con su espada.
Y cuando entre ellos una comunidad dijo: «¿Y por qué exhortáis a un pueblo al que Alá va a exterminar o al que va a castigar con una punición severa?» (Los predicadores) respondieron: «Para estar libre de culpa ante nuestro Señor (Alá) y puede ser que lleguen a temer a Alá.» al-Araf (163) [1].
Habiéndose informado a los jefes de los cristianos y a sus
partidarios de la fecha de su convocación para expresar su sumisión al
Califa en la vilaya (distrito) de Ninive, estos hicieron caso
omiso y no se presentaron a la hora fijada. Es por eso que se ha
decidido ofrecerles que escojan una de estas 3 opciones:
El Islam (para que se conviertan).
Pagar la yizia (impuesto estipulado para los infieles).
Si se niegan, no habrá para ellos otra solución que la muerte por el filo de la espada.
El Príncipe de los Creyentes, el Califa Ibrahim –Dios habrá de
glorificarlo– los autoriza a huir por Alkhalafah, hasta el sábado 21 de
Ramadán de 1435 [19 de julio de 2014] al mediodía. Después de esa fecha,
lo único que habrá entre ellos y nosotros será el filo de la espada.
Gloria a Dios, a su Profeta y a los creyentes a quienes no conocen los hipócritas.
[1] El texto contiene una referencia errónea ya que la citación proviene de la Sura 164.
Red Volaire
El Emirato Islámico arremete contra los cristianos
El Emirato Islámico procedió a marcar las casas de
los cristianos de la ciudad iraquí de Mosul, los días 17 y 18 de julio
de 2014, con la letra árabe que representa el sonido “N” (en referencia
al término «Nazara», o sea «cristiano») mientras que
publicaba un decreto llamando a los cristianos a convertirse al islam,
a pagar el impuesto que deben desembolsar los infieles o a morir [1].
Unas 15 familias han aceptado convertirse.
El anuncio del decreto fue seguido de un éxodo masivo y se desconoce
actualmente el número de personas desplazadas como consecuencia de esa
medida.
Dado el hecho que los yihadistas procedieron además a la confiscación
de los vehículos, los desplazados se han visto obligados a abandonar
prácticamente todos sus bienes y a tratar de llegar a pie hasta
Tel Afar, a 70 kilómetros de Mosul.
Durante la jornada del 18 de julio, el Emirato Islámico arremetió
contra los principales sitios de culto de la población cristiana. En la
imagen que aparece al inicio de esta información puede verse la sede del
obispado siro-católico de Mosul, incendiada por los yihadistas.
A pesar de los llamados de los patriarcas y obispos del Levante, los «occidentales»
han respaldado de hecho a los yihadistas, que ya venían cometiendo ese
mismo tipo de abusos en Siria desde hace 3 años. En el caso de Siria,
las principales potencias occidentales sostuvieron que tales actos eran
el precio a pagar por la lucha contra la «dictadura alauita»
(sic). La única diferencia entre el caso de Siria y el de Irak reside en
el plazo que se concede a los cristianos para decidirse a huir o morir:
antes era de 7 días y ahora es de 48 horas.
Antes de la invasión anglo-estadounidense contra Irak, en 2003, había
en Irak 1,5 millones de cristianos. Perseguidos por los yihadistas bajo
la mirada impertérrita de las tropas ocupantes, 1,2 millones de
cristianos iraquíes huyeron del país y encontraron refugio
principalmente… en Siria. Al iniciarse la actual ofensiva del Emirato
Islámico (ex EIIL) en Irak ya sólo quedaban en ese país unos 200 000
cristianos.
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