A 45 años de su asesinato “Ser como el Che” continúa
siendo una necesidad, más que una consigna, para el proyecto revolucionario
cubano.
El Che fue primero Ernestito, luego Ernesto, el
Pelao, Fúser, para culminar en el olimpo revolucionario con el apelativo de
Guerrillero Heroico. Más allá del asma siempre presente modeló una voluntad
acerada que no lo alejó de los iniciales juegos infantiles y deportes, como
tampoco de las escarpadas montañas que escaló para otear y luchar por un futuro
más promisorio para el ser humano.
La dedicación de sus padres y el empeño que mostraron
en la educación de sus hijos se vio claramente reflejada en Ernesto. Estudia
francés de la mano de su madre, ajedrez por medio de su padre, y pasa largas
horas devorando los clásicos de la literatura. Los estudios de Medicina que
comenzara en Buenos Aires allá por el año 1947 habrán de esperar seis
inolvidables meses. Durante ese tiempo él y su amigo Alberto Granado inician el
año 52´ recorriendo el continente americano; junto a una mochila que tiene más
libros que comida sale en busca de la realidad
latinoamericana.
Las vivencias que experimentara lo mismo en Chile,
Perú, Colombia, Venezuela son garabateadas en un diario y reelaboradas en forma
de crónicas narrativas en un texto que llamaría Notas de Viaje, y que revela
-entre muchas otras cosas- los extraordinarios cambios que experimentara en su
interior al conocer América por dentro.
En junio 1955 conoce a Raúl Castro, quien propiciaría
el encuentro con Fidel. Desde entonces y ya para siempre quedaría Ernesto,
apodado cariñosamente por los cubanos como el Che, vinculado a la historia de la
Revolución Cubana.
La memoria colectiva del pueblo lo reconoce como
expedicionario del Granma en su condición de médico, como combatiente en la
Sierra Maestra, comandante de columna guerrillera, fundador del periódico El
Cubano Libre y de Radio Rebelde.
Para el Che Guevara la participación en el proceso
revolucionario constituyó una auténtica escuela revolucionaria en las que su
preparación política y su formación filosófica se unirían a su humanismo
militante, su antiimperialismo, su anticolonialismo y su latinoamericanismo, en
el tremendísimo esfuerzo de alcanzar la liberación del continente
americano.
Se preparó en una zona de Pinar del Rio, con un
reducido grupo de combatientes, para continuar su proyecto de liberación
continental en Bolivia. La gesta culmina de manera fatal por varios motivos. El
8 de octubre de 1967 libra su último combate en una zona conocida como la
Quebrada del Yuro. Al día siguiente es asesinado en una escuelita del poblado de
La Higuera y enterrado en una fosa común. Treinta años después, un 28 de junio
de 1997 especialistas cubanos y argentinos, con el apoyo de las autoridades
bolivianas, encuentran sus restos junto a otros compañeros enterrados en Valle
Grande.
Seremos como el Che allí donde el compromiso y el
apego a la verdad se adhieran al rescate del pensamiento y de la acción
profundamente altruista de Che Guevara, allí donde los sueños se conviertan en
realidad de la mano de quien se entregara plenamente por el bien de la humanidad
toda.
Ser como el Che es el resultado de una integración de
valores, es la comprensión integral de su pensamiento y obra y no simplemente de
una de sus partes; desde el proceso y no desde el resultado, desde lo colectivo
y no simplemente desde lo individual, desde lo que nos identifica y también
desde lo que nos diferencia, desde el sentido y no desde la consigna, desde lo
asumido y no desde lo asignado.
La admiración, pero también la posibilidad de ser uno mismo
al tiempo en que asumimos, producimos, recreamos, enseñamos lo más valioso de
nuestra identidad como cubanos a través de los valores que nos legaran la vida y
la obra de nuestro querido Guerrillero Heroico, también Ernestico, el Pelao,
Fúser, Ernesto, el Che; más que una necesidad es una obligación moral de todos
los que creemos que un mundo mejor será posible siempre que dotemos de sentido y
llevemos en el corazón a hombres que como el Che Guevara lo dieron todo por el
porvenir de nuestra América.
Lic. Lisandro Bonilla
Deibe
Presidente de la Cátedra Ernesto “Che”
Guevara”.
Facultad Finlay -
Albarrán.
Unidad de Ciencias Médicas de La
Habana.
27/09/2012.
En el sitio: www.ffa.sld.cu
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