viernes, 3 de mayo de 2013

Los lazos que unen a Washington con los terroristas chechenos


 

Revisar la lista de los principales apoyadores norteamericanos del movimiento secesionista checheno, que en algunas partes difícilmente se distingue de los terroristas chechenos financiados por aliados de Estados Unidos tales como Arabia Saudita y Catar, significa recordar a algunos de los más destacados factores norteamericanos de la Guerra Fría.
Las evidencias se acumulan en torno a que el acusado terrorista, autor del atentado a la Maratón de Boston, Tamerlán Tsarnaev, supuestamente muerto en un enfrentamiento con la policía el 19 de abril pasado en la localidad de Watertown, Massachusetts, se convirtió en un musulmán “radicalizado” cuando participaba en un programa encubierto de la CIA aplicado en la República de Georgia con el objeto de desestabilizar la región norte del Cáucaso Ruso. La meta final de la campaña de la CIA era lograr que los habitantes musulmanes de la región declarasen la independencia de Moscú y se inclinaran hacia los gobiernos musulmanes Wahhabi de Arabia Saudita y Catar.

Los medios corporativos occidentales en su mayor parte ignoraron una historia importante cubierta por Izvestia de Moscú: el hecho es que Tamerlán Tsarnaev asistió a seminarios organizados por el Fondo pro Cáucaso de Georgia, grupo afiliado al centro de estudios de la neo-conservadora Fundación Jamestown durante los meses de enero y julio del año 2012. Los medios norteamericanos informaron que durante el lapso de seis meses, Tsarnaev fue radicalizado por el Imán “Abu Dudzhan” muerto en un encuentro con fuerzas de seguridad rusas ese mismo año. Tsarnaev también estuvo en Daguestán durante el año 2011.

Sin embargo, documentación filtrada por el Departamento de Contra-inteligencia del Ministerio de Asuntos Exteriores de Georgia, Tsarnaev es señalado como residiendo en Tbilisi y participando en “seminarios” organizados por el Fondo pro Cáucaso de Georgia que fue establecido durante el conflicto Georgia-Osetia del Sur el año 2008 guerra que comenzó cuando tropas georgianas invadieron la República pro-Rusia de Osetia del Sur en los días de la Olimpíada de Beiyín. Georgia fue apoyada militarmente y con apoyo de inteligencia por Estados Unidos e Israel. El apoyo norteamericano incluyó asesores de las fuerzas especiales norteamericanas destacados en Georgia. Documentación de inteligencia georgiana indica que Tsarnaev asistió a los seminarios de la Fundación Jamestown en la ciudad de Tbilisi.

La Fundación Jamestown forma parte de una red neo-conservadora que cambió su denominación después de la Guerra Fría para luego de ser anti-soviética y anti-comunista pasara a ser anti-rusa y “pro-democracia”. La red no solo cuenta con la Fundación Jamestown y el Fondo pro Cáucaso sino también con otras agrupaciones financiadas por la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo (USAID) y por el Instituto Sociedad Abierta de George Soros.

Georgia se ha convertido en el nexo para la asistencia a la Oposición Rusa que trata de derribar al gobierno del Presidente Vladimir Putin. En el mes de marzo del 2010 Georgia patrocinó –con financiamiento de la CIA, George Soros y el MI-6 británico—una conferencia titulada “Naciones Ocultas, Crímenes Duraderos: Los Circasianos y el Pueblo del Norte del Cáucaso entre el Pasado y el Futuro.” Georgia y sus aliados como la CIA, George Soros y la inteligencia británica están canalizando fondos y otros apoyos para el secesionismo de minorías étnicas en Rusia lo que incluye a circasianos, chechenos, ingusetianos, balkares, kabardinos, abjasios, tátaros, talisios y kumiks.

La conferencia del 21 de marzo del 2010 en Tbilisi fue organizada por la Fundación Jamestown y por la Escuela Internacional de Estudios Sobre el Cáucaso de la Universidad Estatal de Ylia en Georgia. Si la documentación de la contra-inteligencia georgiana tiene a Tamerlán Tsarnaev como asistente a conferencias de la Jamestown en Tbilisi el 2011 ¿Pudo el servicio secreto ruso haberlo seguido hasta el seminario de Naciones Ocultas de la Jamestown en el mes de marzo del 2010? En todo caso, un año después el servicio secreto ruso decidió contactar al FBI acerca de los vínculos de Tsarnaev con los terroristas.

La primera solicitud rusa al FBI llegó por vía de la oficina del Agregado Legal del FBI en la embajada de Estados Unidos en Moscú en el mes de marzo del 2011. El FBI demoró hasta el mes de junio del 2011 para llegar a la conclusión que Tamerlán Tsarnaev no significaba ninguna amenaza terrorista pero que en todo caso, su nombre fue agregado al Sistema de Comunicaciones Policiales de la Tesorería, TECS (sigla en inglés) agencia que monitorea la información financiera, como ser, cuentas bancarias en el exterior y las transferencias de dinero. En el mes de septiembre del 2011 una vez más, las autoridades rusas alertaron a las autoridades norteamericanas acerca de sus sospechas en torno a Tamerlán. La segunda alerta fue dirigida a la CIA. En septiembre del 2011 las agencias rusas de seguridad tenían pleno conocimiento que el seminario de Naciones Ocultas realizado el año anterior fue un evento patrocinado por la CIA y apoyado por el gobierno de Mijail Saakashvili en Georgia y que otras reuniones similares se habían realizado o se estaban planificando, incluyendo una en la que Tamerlán Tsarnaev debía asistir en enero del 2012 en Tbilisi.

En algún momento, luego del primer alerta ruso o un poco antes o después del segundo, la CIA ingresó el nombre de Tamerlán a la lista del Centro Nacional Anti-terrorista, TIDE (sigla en inglés) base de datos que contiene más de 750 mil ingresos y que es administrada por el centro en la localidad de McLean, Virginia.

La Fundación Jamestown es una fachada operativa de la CIA bastante antigua, fue fundada entre otros por el director de la CIA, William Casey el año 1984. Esta organización ha sido utilizada como empleador para desertores de alto rango provenientes del bloque soviético, entre ellos el ex Subsecretario General de la ONU, Arkady Shevchenko y el rumano agente de inteligencia, Ion Pacepa. El Buró Federal de Seguridad Nacional ruso y el Servicio de Inteligencia Exterior, SVR hace tiempo que sospechan que la Jamestown contribuye a promover la sedición en Chechenia, Ingushetia y en otras repúblicas del norte del Cáucaso. La conferencia del 21 de marzo en Tbilisi sobre el norte del Cáucaso se realizó unos días antes que se llevaran a efecto los atentados con explosivos en el Metro de Moscú, obviamente que esto aumentó las sospechas del FSB y del SVR.

La junta directiva de la Jamestown Foundation incluye a actores de la Guerra Fría tales como Marcia Carlucci, esposa de Frank Carlucci, ex funcionario de la CIA, Secretario de Defensa y Presidente del Grupo Carlyle. (Frank Carlucci fue también una de las personas que solicitó al gobierno norteamericano que concediera asilo político al ex ministro de relaciones exteriores de la República de Chechenia, Ilyeas Ajmadov, acusado por los rusos de estar vinculado con los terroristas, luego de ser vetado por el Departamento de Seguridad y Justicia de Estados Unidos) el editor de libros y revistas anticomunistas, Alfred Regnery y la asistente de Caspar Weinberger en la Secretaría de Defensa para Asuntos Públicos, Kathleen Troia “KT” McFarland. También en la junta figura el ex gobernador republicano de Oklahoma, Frank Keating, en ejercicio cuando ocurrieron los atentados explosivos contra el Edificio Federal Murrah el año 1995.

La cooperación con la Jamestown Foundation en torno a las operaciones de espionaje sobre el norte del Cáucaso, como también sobre los asuntos de Moldova, Bielorrusia, Uighur y Uzbekistán por parte del conspicuo Instituto Sociedad Abierta de George Soros, constituye un acervo en la inteligencia de Estados Unidos y los intereses bancarios globales. El proyecto de Soros para Asia Central ha patrocinado cierto número de paneles y seminarios con la Jamestown Foundation.

En su primera comunicación con el FBI la seguridad rusa señaló que Tamerlán Tsarnaev había cambiado drásticamente a partir del año 2010. Ese cambio se produjo después de la conferencia de Naciones Ocultas en Tbilisi. El apoyo norteamericano a los chechenos y a la secesión del norte del Cáucaso se produjo a consecuencia de una declaración pública emitida en agosto del 2008 por parte del candidato presidencial republicano John McCain, quien dijo que “después que Rusia ilegalmente reconoció la independencia de Abjasia y de Osetia del Sur, los países occidentales deberían considerar la independencia del Norte del Cáucaso y de Chechenia.”

Barack Obama, al asumir la presidencia de Estados Unidos en el 2009, adoptó la propuesta de McCain y autorizó a la CIA para apoyar a los secesionistas y terroristas del Norte del Cáucaso con dinero lavado a través de la USAID, la NED, el Instituto Sociedad Abierta de George Soros, la Casa de la Libertad y la Fundación Jamestown. En el mes de enero del 2012 Obama nombró a Soros como activista y al neoconservador Michael McFaul de la derechista Institución Hoover de la Universidad de Stanford como embajador de Estados Unidos en Moscú.

McFaul de inmediato abrió de par en par las puertas de la embajada norteamericana a una gama de disidentes rusos, incluyendo secesionistas del Norte del Cáucaso, algunos de los cuales son sospechosos, según el servicio secreto ruso, de estar vinculados con terroristas musulmanes.

Si Tamerlán Tsarnaev fue siempre un agente de la CIA y participó en una operación de “bandera falsa” en Boston y se convirtió en un chivo expiatorio involuntario en una conspiración de la CIA el estilo del “marine norteamericano que “desertó” hacia la Unión Soviética” Lee Harvey Oswald convertido en chivo expiatorio en el asesinato del presidente John F. Kennedy o en realidad se radicalizó cuando se intentó infiltrarlo en las filas del Emirato del Cáucaso y decidió desertar y llevar a cabo un ataque terrorista contra Estados Unidos, tal vez nunca se sepa. Si esto último fuera el caso, Tsarnaev se parecería más a Osama Bin Laden que una vez fue soldado de la CIA en terreno en Afganistán quien se supone que en algún momento decidió lanzar una “yijad” contra Estados Unidos. Si Tsarnaev era un chivo expiatorio como Oswald, eso podría explicar el detonar de un artefacto incendiario en la Biblioteca John F. Kennedy en Boston diez minutos después de las dos explosiones en la Maratón de Boston. Luego que la policía declarara que el incendio fue causado por una explosión, el Departamento Contra Incendios de Boston trató de encubrir la cosa sugiriendo que el fuego habría sido causado por alguien que lanzó una colilla de cigarrillo sobre materiales inflamables.
 
Por:  
Traducción desde el inglés por Sergio R. Anacona

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Tomado de Aporrea

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