El presidente del Partido Nacionalista de Puerto Rico (PNPR),
Francisco Torres López, no pudo comparecer hoy ante las Naciones Unidas
en Nueva York, debido a una aparente prohibición de las autoridades de
Estados Unidos.
El nacionalista aseguró que, luego de un constante acoso en los últimos
años por las autoridades de inmigración en Puerto Rico y en países como
México y Panamá, últimamente las autoridades federales no le permiten
abordar aviones ni siquiera hacia Estados Unidos.
"En tres ocasiones he intentado viajar a Estados Unidos en los últimos meses, la más reciente este pasado sábado a Nueva York para comparecer hoy a la sesión del Comité de Descolonización de las Naciones Unidas y se me ha impedido abordar el avión", explicó a Prensa Latina.
En todas las ocasiones Torres López ha podido comprar el boleto en aerolíneas distintas, pero en el aeropuerto internacional de Isla Verde no le permiten abordar, por instrucciones de agentes del Departamento de Seguridad Interna de Estados Unidos.
El perjudicado entiende que el Buró Federal de Investigaciones (FBI) está detrás del esquema de persecución, que se ha trasladado a otros países.
Narró que en 2009 estuvo en México en una reunión política internacional y cuando salía del país le hicieron un chequeo en las manos con el propósito de ver si había manejado explosivos.
En otra ocasión, dijo, en tránsito por Panamá desde Venezuela, un aparente agente de inmigración lo sometió a un interrogatorio y cuando le cuestionó que su acento no era panameño, que se identificara si era del FBI, se negó a hacerlo.
Según Torres López, en otro caso al tener como testigo (al dirigente independentista) Julio Muriente, "me devolvieron el pasaporte y me dejaron ir sin más", aseguró.
A pesar de que en ninguna de las ocasiones el dirigente del PNPR ingresó a territorio panameño, sino que estaba de tránsito con destino a Puerto Rico, en una ocasión lo amenazaron con deportarlo a México.
Torres López, quien radicó 25 años en la ciudad de Nueva York, detalló que en muchas oportunidades ha sido perseguido por los federales, pero que desde hace un tiempo ha tenido problemas incluso en España, siempre tratando de intimidarlo por su militancia política.
Se quejó de que las actuaciones de Washington violan su propia constitución y la Declaración Universal de los Derechos Humanos, aparte de que como puertorriqueño está obligado a utilizar pasaporte norteamericano, ya que en 1917 Estados Unidos le impuso su ciudadanía a los nacidos en esta isla del Caribe, que invadió hace 115 años.
Aseguró que ayer su automóvil fue registrado por agentes del FBI frente a su residencia, lo que pudo comprobar cuando se proponía utilizarlo, pues pertenencias suyas estaban encima del asiento frontal del pasajero y no en la guantera, donde las había dejado.
Recordó que una situación similar experimentó en 1989 en Nueva York, cuando estaba involucrado activamente en la campaña de excarcelación de Filiberto Ojeda Ríos, responsable del Ejército Popular Boricua (EPB-Macheteros), asesinado por el FBI en Puerto Rico el 23 de septiembre de 2005.
"En tres ocasiones he intentado viajar a Estados Unidos en los últimos meses, la más reciente este pasado sábado a Nueva York para comparecer hoy a la sesión del Comité de Descolonización de las Naciones Unidas y se me ha impedido abordar el avión", explicó a Prensa Latina.
En todas las ocasiones Torres López ha podido comprar el boleto en aerolíneas distintas, pero en el aeropuerto internacional de Isla Verde no le permiten abordar, por instrucciones de agentes del Departamento de Seguridad Interna de Estados Unidos.
El perjudicado entiende que el Buró Federal de Investigaciones (FBI) está detrás del esquema de persecución, que se ha trasladado a otros países.
Narró que en 2009 estuvo en México en una reunión política internacional y cuando salía del país le hicieron un chequeo en las manos con el propósito de ver si había manejado explosivos.
En otra ocasión, dijo, en tránsito por Panamá desde Venezuela, un aparente agente de inmigración lo sometió a un interrogatorio y cuando le cuestionó que su acento no era panameño, que se identificara si era del FBI, se negó a hacerlo.
Según Torres López, en otro caso al tener como testigo (al dirigente independentista) Julio Muriente, "me devolvieron el pasaporte y me dejaron ir sin más", aseguró.
A pesar de que en ninguna de las ocasiones el dirigente del PNPR ingresó a territorio panameño, sino que estaba de tránsito con destino a Puerto Rico, en una ocasión lo amenazaron con deportarlo a México.
Torres López, quien radicó 25 años en la ciudad de Nueva York, detalló que en muchas oportunidades ha sido perseguido por los federales, pero que desde hace un tiempo ha tenido problemas incluso en España, siempre tratando de intimidarlo por su militancia política.
Se quejó de que las actuaciones de Washington violan su propia constitución y la Declaración Universal de los Derechos Humanos, aparte de que como puertorriqueño está obligado a utilizar pasaporte norteamericano, ya que en 1917 Estados Unidos le impuso su ciudadanía a los nacidos en esta isla del Caribe, que invadió hace 115 años.
Aseguró que ayer su automóvil fue registrado por agentes del FBI frente a su residencia, lo que pudo comprobar cuando se proponía utilizarlo, pues pertenencias suyas estaban encima del asiento frontal del pasajero y no en la guantera, donde las había dejado.
Recordó que una situación similar experimentó en 1989 en Nueva York, cuando estaba involucrado activamente en la campaña de excarcelación de Filiberto Ojeda Ríos, responsable del Ejército Popular Boricua (EPB-Macheteros), asesinado por el FBI en Puerto Rico el 23 de septiembre de 2005.
PL
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