Hubo 17 ataques contra judíos en 2012 en EE.UU., según la Liga Antidifamación. |
Es
una tarde calurosa en Marionville, Misuri, y Joe Walker, el dueño de
una empresa de remolques, está sentado en una estación de gasolina
hablando de Frazier Glenn Miller, un hombre de 73 años que fue acusado
de asesinato tras las muertes de tres personas en Kansas, en abril.
"Él cree que los judíos están a cargo de todo",
dice Walker, quien acostumbraba a ver en el pueblo a Miller, un
exconductor de camión de Aurora, una localidad que limita con
Marionville en el Condado Lawrence. "No sé de dónde sale con eso".
Dos de las víctimas -William Lewis
Corporon, de 69 años, y su nieto, Reat Underwood, de 14- fueron
asesinadas en el centro comunitario judío del área metropolitana de
Kansas City, a casi 300 kilómetros de la casa de Miller. Reat, quien
pertenecía a la Iglesia de la Resurrección, estaba allá para una
audición de canto.
Poco después, Miller condujo hasta un centro
geriátrico, Village Shalom, donde murió Terri LaManno, una terapeuta
ocupacional de 53 años. Ella era católica.
Miller dijo repetidamente que los judíos debían
ser matados. Incluso escribió una carta para sus colegas: "Quien combate
al judío, combate al demonio", opinó. También escribió en páginas
extremistas sobre la necesidad de "matar a todos" los judíos y recogió
nombres de restaurantes kosher, según las autoridades.
Sus escritos son un recordatorio de la
virulencia de las opiniones supremacistas blancas. Y algunos se
preguntan si las autoridades fueron demasiado blandas con Miller antes
de los asesinatos, así como con los supremacistas blancos de Estados
Unidos en general.
Libertad de expresión
Frazier Glenn Miller, quien también es conocido
como Cross, fue el fundador de una organización llamada los Caballeros
de Carolina del Ku Klux Klan, de según investigadores del Southern
Poverty Law Center, una organización que rastrea grupos racistas.
Él se declaró culpable en 1987 de un cargo por
posesión de armas y aceptó testificar contra otros a cambio de una
sentencia reducida. Estuvo tres años en prisión.
El 20 de junio, el senador republicano Jerry
Moran, de Kansas, les escribió una carta a las autoridades judiciales
del país preguntando si lo habían monitoreado suficientemente con el
paso del tiempo. Dena Iverson, una vocera del Departamento de Justicia,
le dijo a la BBC que están revisando la carta.
Bajo la Primera Enmienda a la Constitución de
Estados Unidos, los ciudadanos tienen el derecho de decir cosas odiosas,
pero con excepciones. Si alguien le ordena a otra persona que cometa un
asesinato, puede ser procesado. De otra manera, la libertad de
expresión -incluso cuando sea desagradable y ofensiva- es un derecho
fundamental en el país.
Michael German, un exagente del Buró Federal de
Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés) que se infiltró en
grupos extremistas, dijo que los materiales de entrenamiento del FBI
hacen énfasis en los derechos de algunos supremacistas blancos y
milicias de derecha, pero no en los de otros extremistas.
German explicó que, en una presentación del FBI,
los agentes hablaron de las "actividades protegidas por la Primera
Enmienda" al referirse a los supremacistas blancos, pero no cuando
mencionaron a los que defienden el "ecoterrorismo" y el extremismo
islámico.
Paul Bresson, un vocero del FBI, dijo: "No nos
enfocamos en grupos por lo que son. Si uno quiere ser un supremacista
blanco, legalmente no hay nada malo en ello".
"Lo que nos preocupa es que se rompan las leyes".
Mentalidad de frontera
Mi padre, John McKelvey, un ejecutivo retirado,
vive cerca del centro comunitario judío donde ocurrió el tiroteo. Se
mudó a la zona hace décadas y dice que en esos años había ciertas
restricciones a la compra de propiedades. Éstas "prevenían que los
judíos compraran casas esas áreas".
Las restricciones fueron canceladas, pero el antisemitismo continuó.
Cuando yo estaba creciendo en esa zona en los
años 1970, la gente se refería al centro como "JewCommu". Parecía
inofensivo en ese entonces, pero no tanto ahora. El antisemitismo, como
quiera que se exprese, hace que las personas sean menos sensibles a su
historia.
La amenaza de los supremacistas blancos
- Los extremistas de derecha han matado a 670 personas y herido más de 3.000 desde 1990.
- Entre 2001 y 2013, 233 personas fueron acusadas de "terrorismo yihadista" en EE.UU., mientras 178 "no yihadistas" fueron acusados.
- Extremistas de derecha mataron a 34 personas, mientras quienes se identificaron como "yihadistas" mataron a 21.
También puede jugar un rol en el aumento de los
ataques. La mayoría de personas que hagan este tipo de comentarios nunca
le harían daño a nadie. Pero sí pueden ser menos propensos a señalar a
quienes comparten sus visiones y tienen una vena violenta.
El problema no se reduce solo a la región.
Alrededor del mundo se estima que el 25% de las personas tienen visiones
antisemitas, de acuerdo con la Liga contra la Difamación. Algunas
personas dicen que a los supremacistas blancos y otros extremistas se
les da demasiada libertad para odiar.
Las personas que viven en los Ozarks, un área
montañosa en la frontera entre Misuri y Arkansas, tienden a no
preguntarles a sus vecinos lo que hacen.
La zona está llena de iglesias, así como
pequeñas calles donde la gente puede esconderse. También viven allá
miembros del Klan, nudistas en una comunidad donde vestirse es opcional y
otros grupos alternativos.
"Hay una mentalidad de frontera", dice David
Embree, quien enseña nuevos movimientos religiosos en la Universidad
Estatal de Misuri, en Springfield, y una vez llevó a Miller como
invitado a su salón de clases. "Acá es ‘usted se encarga de sus asuntos,
yo de los míos’".
"Un granjero viejo, retirado"
Miller vivió en una casa con postigos verdes. Se
veía como "un granjero viejo, retirado", dice Brad DeLay, el sheriff
del Condado Lawrence.
"Como que estaba de acuerdo con él en algunas
cosas", dijo Dan Clevenger, quien en la época era alcalde de
Marionville, en una entrevista tras los tiroteos.
"Tenemos una economía falsa", dijo. "Algunas de esas corporaciones están lideradas por judíos".
Después, MaryEllen Brundle, concejal de la
ciudad, y otras personas amenazaron con impugnarlo. Él eventualmente
renunció, pero la controversia demostró que algunas personas en el área
se sienten libres de expresar visiones extremistas.
Por su parte, Lorraine Ghan, una agente de finca raíz en el Condado Lawrence, dijo que se sentía incómoda alrededor de Miller.
"Él nunca levantó su voz, pero uno simplemente
podía decir que había algo en él", dijo. "Uno no quería hacer que se
enfadara. Él tenía este "'no sé qué'".
En la calle donde está la casa de Miller, los
habitantes se habían detenido cerca de un estanque al final de la tarde.
Una mujer dijo que no había hallado nada fundamentalmente malo en la
casa. Las autoridades tampoco.
Como dijo Bresson: "No hay nada ilegal en ser raro".
Las ideologías extremista y antisemita parecen
jugar un rol en la violencia, pero Bresson y otros funcionarios dicen
que está lejos de su alcance determinar cuándo va a explotar un
supremacista blanco o cualquier persona.
En últimas, a las autoridades les queda una
realidad triste, descrita por el sheriff DeLay: "Este es simplemente un
mundo hecho un desastre".
Tara McKelvey
BBC
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