No debemos
tener miedo de cuestionarnos. Hasta los planetas chocan y del caos nacen las
estrellas. Charles Chaplin
Las palabras y
sus contenidos o lo que quieren expresar son importantes, no solo para podernos
comunicar, sino para podernos entender.
Creo que por
diferentes razones deberíamos ser más cuidadosos cuando hablamos, discutimos o
simplemente cuando queremos conjugar el verbo comunicar, pero sobre todo
deberíamos ser críticos con nosotros mismos y con las palabras que escuchamos o
decimos, porque está claro que muchas, pero muchas veces aunque sea de forma
inocente, las mismas palabras no tienen el mismo significado.
Esto (el significado y sus intenciones) forman
parte del ser; el caso claro de las palabras izquierda o revolución adquieren
un significado diferente según quien las pronuncie, ejemplo: si las pronuncia
Tabaré tienen un significado, si las pronuncia Mujica podrían tener otro
significado, pero si las pronunciase Raúl Sendic (padre) es claro que tienen
otro significado.
Es así que las
palabras y sus contenidos expresan el ser, el que naturalmente compromete al
deber ser, cuando esto no es así es cuando aparecen en nuestras vidas las
palabras ética, consecuencia.
Esto (palabras,
conceptos) que deberían ser tan claros, es uno de los elementos estudiados y
planificadamente manipulados por el poder, es más, forman parte de la denominada
guerra de baja intensidad.
Uno de los capítulos de esta “nueva
conceptualidad” de la guerra se basa en la utilización de los medios de
comunicación masiva: televisión, radio, Internet, etc.
La reiteración de palabras con nuevos
significados y con ello, la formación de nuevos conceptos que permitan una
mejor (resignación) dominación, o sea, lograr los objetivos con el menor
esfuerzo y el menor costo político posible.
Estas palabras: esfuerzo, costo, en su
relación, son el alma esencial del capitalismo.
Es así que Astori y sus políticas económicas
son de Izquierda, que el Presidente Santos pasa a ser un Demócrata, que
cualquier luchador social pasa a ser
Terrorista.
¿Qué es ser de
izquierda hoy en nuestra comarca?, ¿Qué significa ser de izquierda en un país
gobernado desde hace siete años por Progresistas y sectores que dicen
autoreferenciarse en la izquierda sesentista, incluso en aquella
revolucionaria, como el Presidente, varios ministros y la mayoría parlamentaria
que dicen que abrevan en aquellas tumultuosas ideas?
Ante todo debemos aclarar que este tipo de debate
está acotado a un grupo minoritario de nuestra sociedad, sin dejar de ser
importante por ello, también debemos dejar claro que dentro de este
debate al igual que en el resto de nuestra Patria Grande, por lo más diversos
motivos, reinan todos los males humanos porque de humanos se trata, acentuados
por la desorientación y la escasa elaboración teórica, con los inconvenientes
que causa una teoría o análisis si no es seguida por una práctica
verificadora y consecuente.
Identificar la
causa de esta desorientación no es fácil, pero podemos aproximarnos a algunos
rasgos generales para entenderlos y cambiarlos.
En nuestro caso (nuestra comarca) podemos
afirmar que la particularidad es que llegó al gobierno una fuerza política
poli-clasista (progresismo), integrada por grupos y partidos que
mucho antes de acceder al gobierno, habían perdido puntos de referencia en
el campo internacional, ya que su elaboración teórica y práctica estaban
ligadas a referentes internacionales que fracasaron o entraron en crisis; esta
equivocación conceptual del internacionalismo proletario, arrastró a
estos y otros sectores de izquierda o mejor dicho, alternativos, a vivir sus
propias crisis (daños colaterales de la lógica de la guerra fría).
En otro aspecto de la cosa, debemos considerar
que el sector más votado dentro de la Coalición Progresista es el MPP,
orientado por algunos de los viejos líderes guerrilleros del MLN – Tupamaros,
agregando aparentemente un “plus” a la experiencia del Progresismo criollo.
Otro elemento a tener presente son las
diferentes derrotas y divisiones en el campo popular, resultado de las
subjetividades generadas por la fragmentación de los actores
políticos-sociales.
El agravamiento de esta situación, como el circunstancial
inmovilismo tiene otros factores que juegan por ahora un rol hegemónico y
determinante: el capital, sus representantes y las políticas imperiales.
Tiempo atrás analizábamos que cosa era o que
significaba “la guerra de baja intensidad” es más, informábamos de una nueva
conceptualidad de los planes bélicos del Pentágono decíamos: “…El concepto
básico de las grandes líneas de trabajo y principios que deberán seguir las
fuerzas armadas norteamericanas en los próximos años, fue estudiado y elaborado
por el Mando Conjunto Estadounidense (USJFCOM), incorporando las “lecciones
aprendidas” en los últimos años en conflictos aún vigentes…”
El almirante Mike J. Mullen, jefe del Estado Mayor
de la Defensa de EE.UU. fue el encargado de presentar la síntesis conceptual
que marcan las líneas generales a seguir”.
Esta teoría que orienta el desarrollo operativo y
la preparación en nuevas capacidades militares, no es diferente al mismo conjunto
de ideas y conceptos que impuso la Doctrina de la Seguridad Nacional.
Cuando hablamos del Comando Sur Norteamericano,
cometeríamos un gravísimo error si nos limitamos a verlo solo como una fuerza
militar pronta a la intervención.
Si
reflexionamos por un instante sobre esa “nueva conceptualidad” nos damos cuenta
rápidamente, como no puede ser de otro modo, ellos están abocados en la
continuación de una guerra colonial, de saqueo y opresión. (finanzas, Aratirí,
puerto de aguas profundas, etc.)
Cuando el almirante Mike J. Mullen presenta a sus
hombres esa nueva conceptualidad, deja clara las grandes líneas a seguir, en el
primer renglón del catecismo explicita una doble tarea:
A) Ganarse la confianza de la ciudadanía,
B) Utilizar todos los medios disponibles
legales y no tantos para evitar “núcleos” hostiles a los intereses
norteamericanos en el “campo de operaciones”. (Campo de operaciones, es
sinónimo de América Latina, en este caso nuestra comarca), (“núcleos hostiles”
en este caso es sinónimo de movimiento popular antiimperialista)
Tratemos por un
momento de ejemplificar:
1) Donaciones del Comando Sur a escuelas y
liceos de la capital e interior.
2) Becas de estudio a estudiantes y periodistas
de diferentes medios de comunicación masiva.
3) Donación de alimentos y medicamentos a
sectores carenciados.
4) Su máximo representante diplomático, la Sra.
Embajadora Julissa Reynoso prepara una cena en su residencia particular con sus
propias manos, para el Sr. Presidente José Mujica y varios de sus Ministros,
acompañados por el Rector de la UDELAR y otro exponente Progresista.
5) La Sra. Embajadora toma clases de candombe y
concurre a las llamadas y al Teatro de Verano a ver las murgas (siempre
acompañada por fotógrafos y prensa).
6) La Sra. Embajadora recorre el interior y baila
salsa con alumnos de escuelas y liceos.
7) Invita a políticos, artistas, empresarios y
amigos a esperar los resultados electorales de su país; en esa reunión, en la
residencia oficial, casi todos se esforzaron por hablar un correcto inglés,
sonreír y tomar Bourbon, ya que el Whisky es escocés. Los fotógrafos captaron
la expresión sonriente de tanto Bourbon del Sr. Secretario de Presidencia, el
Dr. Canepa, en el momento que abraza a la Sra. Embajadora en un gesto de
amistad y alegría ante los primeros resultados electorales norteamericanos.
8) La Sra. Embajadora hace declaraciones sobre el
Puerto de aguas profunda de Rocha y sobre la minera Aratirí.
¿Este comportamiento y muchos más tendrán algo
que ver con la nueva conceptualidad del Almirante Mullen, cuando ordena
“ganarse la confianza de la ciudadanía”?
Veamos por un momento el punto
B) Utilizar todo el medio disponible legal
y no tanto para evitar “núcleos” hostiles a los intereses norteamericanos en el
“campo de operaciones” (en este caso en nuestra comarca).
1) Canales de radio
y televisión que al igual que los medios escritos, filtran noticias,
distorsionan, etc.
2) Control de organismos de
inteligencia nacionales a través de cursos, becas, y muy especialmente en
protocolos de “mutuo intercambio de información” con diferentes agencias de
inteligencia Norteamericanas, Israelíes, Españolas.
3) Implicancia directa en el
patrullaje de algunas zonas de Montevideo.
4) Intervención directa de la
DEA en tareas de Inteligencia y Vigilancia de ciudadanos uruguayos (excusa:
narcotráfico).
5) Donación de material bélico
y técnico a policía y fuerzas armadas (respalda su legalidad los tratados
firmados y ratificados parlamentariamente).
6) Diferentes tipos de asesoramiento en diversos ámbitos: educación, ciencia,
manejo carcelario, etc., se puede verificar fácilmente que no hay actividad
gubernativa Progresista en lo político, social, que no cuente con convenios,
tratados, asesoramiento o intercambio de información en los cuales no estén
presente agencias norteamericanas.
Esto deja claro qué queremos expresar cuando
hablamos del contenido de las palabras, la relación del SER con EL DEBER SER, y
cuando aparecen en nuestra vida la palabra ÉTICA Y CONSECUENCIA.
Después, los “monjes” y las “eminencias” de la
izquierda parlamentaria tratan de descifrar por qué teniendo mayorías políticas
no logran consolidar mayorías sociales.
Sergio Napoli
Tomado de Pan con Dignidad
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