Greisa Torres llegó a Miami desde Cuba hace cuatro años. Mientras
que para la mayoría de hispanos es fácil sentirse como en casa, en esa
ciudad de Florida, en dos de cada tres residentes son hispanos, Torres
asegura que perdió su identidad al llegar a EE.UU., pero la reencontró
en el Profeta Muhammad.
Según la organización whyIslam.org, un seis por ciento de los musulmanes estadounidenses son latinos.
Por su parte, la Organización Latino Americana Dawah (LADO), un grupo
que promueve la conversión de los latinos al Islam, un poco más de la
mitad de los nuevos conversos son mujeres.
Torres decidió convertirse mientras estaba embarazada de su segundo hijo, Mahdi.
“(Al principio) fue muy difícil para mi, porque no conocíamos a nadie
más, éramos mi esposo y mis hijos, nada más”, dice Torres.
Actualmente, hay 3.000 musulmanes hispanos en Miami y más de 40.000 en todo el país.
Según Stephanie Londoño, quien ha estudiado por muchos años el
fenómeno de las conversiones de los hispanos, las mujeres se convierten
al Islam, por que se sienten identificadas con los valores que ahí
encuentran, y con los roles de género tradicionales.
Londoño encontró en su investigación que aunque algunas personas
podrían ver el Islam como dar a las mujeres menos libertad, para las
latinas que se han convertido se trata de un cambio positivo.
“(El Islam), define su mundo de forma cuadriculada y clara: lo que
está permitido, o ‘halal'; y lo que está prohibido, que es 'haram'. Así
que ellas saben exactamente cuál es su posición. El Corán les dice
exactamente qué ponerse, qué comer, cómo lavar, cómo comportarse y
cuándo orar”, dice Londoño.
Torres está de acuerdo, al asegurar que “cuando la gente te ve con el
hijab, te respetan. Pero hay una gran emoción al sentirte diferente, al
creer en algo. Es increíble”.
Este fenómeno también rompe el estereotipo de que todos los árabes
son musulmanes, y todos los hispanos católicos. Además de la innegable
relación entre ambas culturas de manifiesto en las cuatro mil palabras
en español, que tiene sus raíces en árabe.
VOA
No hay comentarios:
Publicar un comentario