sábado, 25 de octubre de 2014

Cuba: Peor momento para El Nuevo Herald

Volvió a lanzarse contra la isla en el tema de los derechos humanos cuando la realidad lo desmiente con particular solidez.
Médicos cubanos luchan contra el ébola en África
Médicos cubanos luchan contra el ébola en África

Para hacerlo se basa en un despacho cablegráfico de la agencia Reuters, cuya oficina central está en Londres.
El escrito, a su vez, fue amplificado en Miami por el Nuevo Herald, bajo virtual control de la ultraderecha de origen cubano allí anclada.
¿Qué vendieron esta vez? Una foto “de archivo”, a líderes de grupos cuyos integrantes caben en un sofá, y horrorosas versiones sobre la situación cubana.
O sea, descalificados por su pública condición de gente que recibe dinero procedente de Washington, apelan a falsedades y medias verdades.


Llama la atención el uso repetitivo que hacen de los vocablos “múltiples golpizas”, para sugerir la existencia de un comportamiento institucional represivo.
Este viernes su diario el Nuevo Herald publicó un titular que dice:
“Líderes de oposición cubana anteponen derechos humanos a acercamiento con Estados Unidos”.
El Herald también informó que los debates sobre una posible normalización de las relaciones diplomáticas con Cuba han tomado fuerza en círculos de Estados Unidos.
Suma al respecto intercambios editoriales entre The New York Times y The Washington Post que giran alrededor de razones a favor y en contra de esa eventualidad.
“La lucha contra el ébola parece estar acercando también a ambos países, con declaraciones del secretario de Estado John Kerry sobre el aporte de Cuba para combatir la epidemia en África occidental.
Una periodista del Nuevo Herald, Nora Gámez Torres, dijo que para contribuir a esa discusión preguntaron sus opiniones a  “líderes de la oposición” cubana.
Las sintetiza una grotesca figura que, como se ha demostrado, recibe una generosa cantidad de dinero procedente de Washington.
A cambio, ella es cabeza de las tituladas Damas de Blanco que algunas veces el Norte mueve en calles de La Habana. Su nombre: Berta Soler.
¿Qué les parece una posible normalización de las relaciones entre Estados Unidos y Cuba? Les preguntó el Herald. La señora Soler contestó:
“Siempre hemos aplaudido al gobierno de los Estados Unidos, que ha estado a favor de ayudar al pueblo de Cuba.”
“Estamos preocupados porque el gobierno de Cuba es muy hábil, y con esta campaña de enviar a cientos de médicos a África, a combatir el virus mortal del ébola, está tratando de politizar y ganar simpatía”.
“El gobierno norteamericano debe tener mucho cuidado con esta normalización pues el gobierno cubano lo que está buscando es crédito de Estados Unidos y la Unión Europea”.
Y si lo obtienen, añadió, irá contra las voces que aquí defienden a “los derechos humanos”.
Pero muchos en el mundo no toman en serio el guión escrito a su empleada por la Oficina de Intereses de Washington en la capital cubana.
Lo corrobora la citada declaración del secretario de Estado, John Kerry, así como el enérgico   editorial del  New York Times.
Y dentro de horas lo reforzará también la Asamblea General de la ONU, cuando, al igual que desde 1962, vuelva a exigir el fin del bloqueo estadounidense contra la isla.
Antes, el 24 de mayo, a propuesta de América Latina y el Caribe,  Cuba presidió en Ginebra la 67 Asamblea Anual de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Fue un muy significativo reconocimiento al trabajo y saldo de la isla en el frente sanitario, como dijo allí la presidenta de ese organismo, doctora Margaret Chan.
El ministro cubano de Salud Pública, doctor Roberto Morales, declaró que su país se unía  a los esfuerzos de la ONU contra la grave epidemia del ébola.
Luego, por sugerencia de Venezuela, fueron citados con urgencia para La Habana los países integrantes de la Alianza Bolivariana para los pueblos de nuestra América-Tratado de Comercio de los Pueblos (ALBA-TCP).
Encararían la epidemia del ébola  en coordinación con la OMS, la Organización Panamericana de la Salud y la misión de la ONU para enfrentar esa crisis.
Uno de los argumentos esgrimidos fue que los recursos internacionales para afrontar la epidemia “continúan siendo insuficientes”.
Entre los presentes se encontraba un enviado especial del  Secretario General de la ONU, David Navarro, quien llamó al mundo a seguir el liderazgo del organismo regional, y, particularmente, “el de Cuba y Venezuela”.
Navarro añadió que ambos han representado “un gran ejemplo con su respuesta rápida en apoyo a los esfuerzos para contener el ébola”.
O sea, que esta vez el Nuevo Herald escogió el peor momento para golpear a La Habana en el tema de los derechos humanos.

Nicanos León Cotayo

CubaSí

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