El primer jefe de personal que tuvo el presidente de los Estados Unidos,
Barack Obama y el también asesor de Obama en asuntos relacionados con
servicio de inteligencia del régimen israelí, el Mossad, Rahm Emanuel,
tiene una frase épica: “Nunca dejes escapar la oportunidad de una seria
crisis. Y al decir esto, me refiero a la oportunidad que te da una
crisis para hacer cosas que te creías incapaz de hacerlas antes”.
Los individuos, los grupos, las industrias e incluso naciones, a veces se aprovechan de las crisis y las catástrofes. Grandes banqueros, por ejemplo, adoran la guerra, ya que hace que los gobiernos, al necesitar grandes sumas de dinero pidan préstamos con intereses altos. Los fabricantes de armas también sacan grandes beneficios de la guerra. Otro grupo son los gobiernos conservadores que siempre se hacen más grandes y poderosos en tiempos de guerra confiscando la riqueza del país y recortando los derechos de la nación.
La crisis actual provocada por el grupo terrorista EIIL (Daesh, en árabe) está haciendo a cierta gente muy rica. Como ha mencionado el sitio Web británico, LiveLeak.com, el Gobierno de los EE.UU., gasta 200 millones de dólares por semana para llevar a cabo sus bombardeos en Sira e Irak. Según los cálculos de LiveLeak, si el gasto total de los ataques contra EIIL llega a la cantidad previamente prevista de 500 mil millones de dólares, significa que el país norteamericano habrá gastado 30 millones de dólares por cada miembro de EIIL. En otras palabras, sería más fácil pagar a cada uno de los terroristas 20 millones de dólares y pedirle que se esfume.
Pero no son solo los banqueros, los proveedores de armas y los gobiernos quienes se aprovechan de la guerra, por encima de todos, un grupo ha demostrado su destreza en sacar beneficios de la crisis: el movimiento sionista y el régimen de Israel.
Los individuos, los grupos, las industrias e incluso naciones, a veces se aprovechan de las crisis y las catástrofes. Grandes banqueros, por ejemplo, adoran la guerra, ya que hace que los gobiernos, al necesitar grandes sumas de dinero pidan préstamos con intereses altos. Los fabricantes de armas también sacan grandes beneficios de la guerra. Otro grupo son los gobiernos conservadores que siempre se hacen más grandes y poderosos en tiempos de guerra confiscando la riqueza del país y recortando los derechos de la nación.
La crisis actual provocada por el grupo terrorista EIIL (Daesh, en árabe) está haciendo a cierta gente muy rica. Como ha mencionado el sitio Web británico, LiveLeak.com, el Gobierno de los EE.UU., gasta 200 millones de dólares por semana para llevar a cabo sus bombardeos en Sira e Irak. Según los cálculos de LiveLeak, si el gasto total de los ataques contra EIIL llega a la cantidad previamente prevista de 500 mil millones de dólares, significa que el país norteamericano habrá gastado 30 millones de dólares por cada miembro de EIIL. En otras palabras, sería más fácil pagar a cada uno de los terroristas 20 millones de dólares y pedirle que se esfume.
Pero no son solo los banqueros, los proveedores de armas y los gobiernos quienes se aprovechan de la guerra, por encima de todos, un grupo ha demostrado su destreza en sacar beneficios de la crisis: el movimiento sionista y el régimen de Israel.
Los sionistas aprovecharon la primera crisis del siglo XX, la Primera Guerra Mundial, para imponer en 1917 la Declaración Balfour al Gobierno Británico. Esta declaración formal, en la que el Gobierno británico se comprometió a apoyar la creación de un hogar nacional judío en Palestina, fue presentada a los británicos como un hecho consumado por el banquero más rico del mundo, Lord Rothschild.
¿Porqué los británicos se metieron en este lío firmando la declaración Balfour? algunos sugieren que Lord Balfour, lo hizo por la bondad. Los defensores de esta teoría sostienen que Balfour y la élite británica que estaba al poder, simplemente sentían lástima por los pobres Judíos perseguidos por el mundo y querían hacer algo bueno para ellos, sin ninguna razón en particular.
Mientras tanto, una interpretación más realista sostiene que el Reino Unido, entregó Palestina a Lord Rothschild, como un quid pro quo; a cambio de Palestina, familia Rothschild y su cartel de la banca internacional, ayudarían al Gobierno británico a ganar la Segunda Guerra Mundial. ¿Cómo? usando su poder sobre la prensa estadunidense y el sector financiero de este país para hacer que tome carta en la guerra. (Si el Reino Unido no hubiera ganado la Segunda Guerra Mundial, por supuesto, no habría sido capaz de robar Palestina del Imperio Otomano y entregarla a los Rothschild).
Si la Primera Guerra mundial no hubiera tenido lugar, los sionistas nunca habrían invadido a Palestina y el régimen terrorista de Israel, nunca habría hecho la limpieza étnica de los palestinos ni formado su régimen de apartheid. En otras palabras, sin la Primera Guerra Mundial, “Israel” jamás habría existido.
Algo igualmente interesante ocurre cuando se trata de la Segunda Guerra Mundial. La Primera Guerra Mundial no fue suficiente. Los sionistas necesitaban otra crisis para crear un pretexto para la limpieza étnica de los palestinos.
La Segunda Guerra Mundial fue exactamente la excusa que buscaban los sionistas. Hitler y los sionistas querían lo mismo: obligar los judíos europeos a abandonar Europa. Para conseguir este objetivo, los sionistas colaboraron con Hitler. Incluso se ofrecieron para luchar en nombre de Alemania nazi. (El libro de Lenni Brenner llamado 51 Documentos incluye extensa prueba de la cooperación sionista-nazi antes y durante la Segunda Guerra Mundial).
Sesenta millones de personas perdieron la vida en la Segunda Guerra Mundial - un holocausto de proporciones sin precedentes- pero igual que Primera Guerra Mundial, les vino de perlas a los sionistas. El juzgado de Núremberg y el envilecimiento de la parte perdedora, ya que era la vencedora quien escribió la historia de la guerra según su propio beneficio, creó el mito de que los judíos, de algún modo, habían sufrido más de los más de 50 millones de no-judíos que también habían sido asesinados durante la Segunda Guerra Mundial. Esta ola de propaganda posguerra cuidadosamente elaborada, despertó una enorme simpatía hacia los judíos; una sensación de la cual aprovecharon los sionistas para llevar a cabo su proyecto terrorista de crear un estado judío. Si no hubiera ocurrido la limpieza étnica de los judíos de Europa en la Segunda Guerra Mundial, si las narraciones del holocausto no hubieran glorificado el sufrimiento judío, no habría habido ninguna limpieza étnica en Palestina y a continuación, no habría existido un lugar llamado Israel.
Los únicos ganadores de las dos guerras mundiales fueron los sionistas.
¿Fueron estas dos guerras mundiales orquestadas por los Rothschild y sus colegas banqueros sionistas? Sólo plantear esta pregunta hará que le expulsen de la mayoría de las universidades estadounidenses. Un aforismo de Voltaire "Para ver quién pone las leyes de tu entorno, solo debes averiguar a quién es imposible criticar" sugiere que la prohibición de hacer tales preguntas tiene raíz en sus supuestas respuestas.
Desde el once de septiembre 2001, los sionistas han estado aprovechando la nueva crisis mundial y la llamada lucha contra el terror cuyo nombre debería ser la guerra contra Islam. Naomi Klein, en su libro, The Shock Doctrine, revela cómo a principios de 2001, el régimen israelí, a pesar de encontrarse en una situación económica bastante precaria, ingresó grandes sumas de dinero en las industrias de "seguridad" antiterroristas en EE.UU. Le tocó la lotería al régimen israelí en 11S - igual que a Larry Silverstein un amigo cercano del primer ministro de este régimen, Benyamin Netanyahu. Poco antes de 11S, Silverstein compró el edificio World Trade Center 7, duplicó la cantidad del seguro que cubría daños al edificio, reclamó la doble indemnización después de 11S por “dos ataques terroristas completamente separados” (los dos aviones) y salió de la escena con miles de millones de dólares en efectivo.
Hoy en día, los sionistas intentan convertir el surgimiento de EIIL en una fuente de beneficio. Los principales medios de comunicación dominados por los sionistas aprovechan las atrocidades de autoproclamado estado islámico para dar una falsa imagen de Islam sin mencionar que todas las entidades islámicas reconocidas como tal, han repudiado ya a los terroristas de Daesh. Los recientes videos de las decapitaciones de EIIL contienen tan exquisitas propagandas islamófobas y provocan dudas tan obvias sobre su autenticidad, que incluso la cadena Al-Jazeera está insinuando que probablemente han sido filmados en un estudio en territorios bajo la ocupación de régimen de Israel.
Junto con propagandas antislámicas, la “crisis de EIIL” les proporciona a los sionistas un instrumento que facilita su estrategia de “divide y vencerás” en Casa del Islam y entre los pueblos de Oriente Medio. Los enloquecidos miembros de EIIL, asesinan en masas a los musulmanes que no comparten sus puntos de vista deformados sobre la religión. También, asesinan en masas a los cristianos y los kurdos izadíes y proporcionan una excusa a los sionistas para armar a los grupos kurdos separatistas dividiendo de este modo el Oriente Medio en un campo de batalla sectaria y étnica y hacer que la gente de la región luche entre sí. De esta manera, la crisis de EIIL está jugando su papel a favor de los sionistas cumpliendo el plan de Oded Yinon de dividir los vecinos de Israel y reducirlos a pequeños feudos de señoríos reducidos y sin poderes.
Los sionistas esperan a su vez, que la aparición de EIIL proporcione a los EE.UU. el pretexto que necesita para bombardear Siria y que estas bombas harían desaparecer el enemigo de EIIL (y de régimen judío de Israel), el Gobierno de Siria y el presidente del país, Bashar al-Asad. Los israelíes ya han derribado un avión sirio en un aparente intento de provocar al Gobierno sirio para que reaccione ante los bombarderos americanos.
Hasta el momento, parece que el Gobierno estadounidense ha mantenido su palabra de bombardear a EIIL y sus amigos, no al Gobierno sirio. Por otro lado, el periódico liberal-sionista de New York Times ha reaccionado furiosamente ante tal actitud sosteniendo que la campaña de bombardeos de EE.UU. contra EIIL es un error porque ayudará a Al-Asad.
Los sionistas, entre ellos la embajadora estadounidense ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Samantha Power, han expresado su intención de usar la campaña de bombardeos contra EIIL en Siria para derrocar al Gobierno de este país árabe. Si no consiguen lo que quieren, son capaces de planear aún más perversas maneras de beneficiarse de la crisis de EIIL.
La reciente irrupción del intruso en la Casa Blanca, igual que las incidentes ocurridos antes (como la amenaza de muerte contra Obama, publicada hace unos años por el editor del diario Jewish Times, Andrew Adler) puede ser una advertencia para el presidente de EE.UU.: “Bombardea a Asad o seguirás el camino JFK (John f. Kennedy)”.
Peor aún, es la posibilidad de que los sionistas podrían en este momento estar planeando otro evento de Shock y pavor de la escala de 11 S o más grande. Quizá imaginen que una detonación nuclear en una ciudad estadounidense, junto con la propaganda de los medios sionistas que lo atribuyan a EIIL, podría dar el tipo de impulso a los EE.UU. que ellos buscan para que el país norteamericano actué contra los enemigos del régimen de Israel en Oriente Medio.
Pero los pueblos del mundo se vuelven cada día más conscientes de los trucos que usan los sionistas para orquestar problemas- incluso las guerras y los desastres- para llegar a sus propios objetivos. Esperemos y oremos que este despertar de la conciencia haya avanzado hasta tal punto que pueda hacer imposible a los terroristas de Israel sacar provecho de la destrucción masiva y épica.
Por: Dr. Kevin Barrett *
* Dr. Kevin Barrett, un doctorado Arabista-islamólogo, es uno de los
críticos más conocidos de Estados Unidos de la Guerra contra el Terror.
Dr. Barrett ha aparecido muchas veces en Fox, CNN, PBS y otros medios
de difusión, y ha inspirado reportajes y artículos de opinión en el New
York Times, el Christian Science Monitor, el Chicago Tribune y otras
publicaciones líderes. Dr. Barrett ha enseñado en los colegios y
universidades en San Francisco, París y Wisconsin, donde se postuló para
el Congreso en 2008. Él es el co-fundador de la Alianza entre
musulmanes y cristianos y judíos , y autor de los libros La verdad
Jihad: Mi lucha épica contra la Mentira 9/11 Grandes (2007) y El
cuestionamiento de la Guerra contra el Terror: Una Guía para los
votantes de Obama (2009 ). Su página web es www.truthjihad.com.
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