Tras dos días de relativa calma, luego de que prácticamente los militantes del grupo Estado Islámico habían sido expulsados de la ciudad siria de Kobane, este martes se reanudaron los intensos enfrentamientos.
Los combatientes kurdos mantienen la defensa de esta ciudad en la
frontera con Turquía, que lleva casi un mes asediada por los yihadistas.
Pero, ¿qué lecciones está dejando esta batalla?
1. Estratégicamente hablando, Kobane en realidad no es tan importante
O por lo menos no lo es en el sentido clásico de la palabra: la
batalla por Kobane no va a decidir el curso de la guerra en Siria, ni de
la campaña liderada por Washington en contra de Estado Islámico,
bautizada "Operación Resolución Inherente".
La importancia fundamental de la ciudad –de población
mayoritariamente kurda y ubicada en la frontera con Turquía– reside en
el drama humanitario generado por los combates y el consiguiente
desplazamiento de al menos 250.000 de sus habitantes.
Y esto también ha impactado las relaciones entre los kurdos y
Turquía, en donde se refugió la inmensa mayoría de esos desplazados.
Luego de años de insurgencia, Turquía ha estado tratando de avanzar
en un proceso de paz con su propia población kurda. Y la batalla también
ha afectado la relación entre Turquía y sus aliados.
De hecho, el agravamiento de todas esas tensiones es lo más parecido a
una posible victoria para Estado Islámico en estos momentos.
2. El Pentágono y EI combaten por razones de propaganda
La coalición encabezada por EE.UU. no tiene a Siria como su prioridad. Al menos no por el momento.
"La emergencia en Iraq ocupa la mayoría de nuestros pensamientos",
dijo la semana pasada el general John Allen, quien coordina la campaña.
Pero, si eso es cierto, ¿por qué se han lanzado tantos bombardeos en las proximidades de Kobane?
Una razón es que la batalla ciertamente le da a EI la posibilidad de
una victoria importante desde el punto de vista propagandístico. Y la
coalición necesita evitarlo.
Además, independientemente de si en el largo plazo Kobane logra
resistir o no, la situación también le ha dado a EE.UU. y sus aliados
una oportunidad para demostrar solidaridad con los kurdos y a la vez
atacar a su enemigo común.
Mientras que al no comprometerse a conservar la ciudad, e incluso
sostener que su caída parecía inminente, EE.UU. ha tratado de evitar que
pueda ser empleada para fines de propaganda.
3. La geografía ha sido fundamental
Es la ubicación de Kobane, en la frontera turca, la que ha impedido
que sea sitiada en el sentido estricto del término, evitando que los
militantes islamistas puedan rodearla completamente.
Y también es su ubicación física la que la ha convertido en sujeto de
cobertura televisiva mundial, pues los periodistas han podido observar
la batalla desde las colinas ubicadas en el vecino territorio de
Turquía.
Esa proximidad les ha permitido además a los combatientes entrar y
salir de Kobane y realizar un reaprovisionamiento limitado. Y, en última
instancia, también les permitiría a sus defensores escapar.
Los kurdos han acusado de muchas cosas a las autoridades fronterizas
turcas, dicen que han impedido el reaprovisionamiento y también
desarmado a los combatientes que quieren salir de Siria.
Y muchas de esas acusaciones son ciertas, pues los kurdos que pelean
en Siria son una rama del mismo movimiento al que pertenece el principal
enemigo local de Turquía, el Partido de los Trabajadores del Kurdistán
(PKK).
Sin embargo, periodistas en Suruc, el vecino pueblo fronterizo turco,
han conocido combatientes que han estado cruzando la frontera
constantemente.
Y si el reaprovisionamiento a través de la frontera realmente fuera
imposible, lo lógico sería que los defensores de Kobane ya se hubieran
quedado sin municiones.
De hecho, una fuente turca me dijo que se ha permitido el paso de municiones.
Y hay una dimensión todavía más intrigante del tema geográfico: todo
parece indicar que le está favoreciendo el alto porcentaje de éxito de
los bombardeos de la coalición.
Seguramente tendrá que pasar tiempo antes de que se sepa a ciencia
cierta si aquellos que están fijando los blancos lo hacen desde Turquía o
ya cruzaron a Kobane.
Pero la frecuencia de los ataques aéreos, su precisión y la ausencia
general de drones en el área parecen indicar que los blancos se están
fijando desde el terreno.
Aunque, claro está, estos factores geográficos también hacen evidente
lo difícil que será conseguir los mismos resultados más adentro del
territorio sirio.
4. Al concentrarse en un área, EI se ha convertido en un blanco más fácil
El Pentágono asegura haber conseguido eliminar "a cientos" de combatientes yihadistas en Kobane.
Esto puede ser o no una sobreestimación. Pero reportes confiables
sugieren cierto tipo de repliegue por parte de EI en los últimos días.
¿Se están reagrupando o es que la batalla ha resultado demasiado costosa?
Hasta el momento, a la campaña en contra de EI se le había
dificultado generar la información de inteligencia necesaria para que
los ataques aéreos fueran efectivos.
Y eso, junto a la dispersión de los combatientes de EI entre las
comunidades civiles, eran la razón por la que aproximadamente el 90% de
las misiones de bombardeo habían tenido que volver a la base sin dejar
caer sus bombas.
Cuando los combatientes de EI se juntan para un ataque, sin embargo, surgen oportunidades para EE.UU. y sus aliados.
5. A la coalición le interesa extender la batalla por Kobane
el mayor tiempo posible, para distraer al EI de la batalla en el oeste
de Iraq
Las más recientes victorias de los militantes islámicos en la
provincia iraquí de Anbar son la principal causa de preocupación del
Pentágono.
Las mismas han exhibido las debilidades que todavía afectan al
ejército iraquí y han expuesto a las tribus sunitas aliadas del gobierno
de Bagdad a una potencial masacre.
La semana pasada algunos asesores estadounidenses llegaron a algunas
de las bases iraquíes que todavía resisten en Anbar y a una en la
provincia de Divale.
Su objetivo es coordinar un esfuerzo aéreo mucho más agresivo del que ha sido posible hasta la fecha.
Y, en ese sentido, Estados Unidos ha estado usando su poderío aéreo
en Kobane, no donde realmente lo necesita, porque no ha podido atacar a
EI en Anbar con la misma intensidad.
Para EI, sin embargo, la batalla por Kobane ha adquirido una lógica
propia y han desplazado armas pesadas –como tanques y piezas de
artillería– de lugares donde podrían haberlas utilizadas más
efectivamente.
Ambas partes tiene sus propias razones para continuar combatiendo por la ciudad siria.
Pero incluso una evaluación generosa de cara a EI tendría que
concluir que la batalla ha sido larga, difícil y muy diferente de las
abrumadoras victorias que consiguió una y otra vez en junio pasado en el
norte de Iraq.
Tomado de http://elcomercio.pe
No hay comentarios:
Publicar un comentario