La organización no gubernamental Human Rights Watch (HRW) acusó al ejército ucraniano de utilizar bombas de racimo contra los separatistas pro rusos en el este del país.
En
un informe publicado el lunes, esta organización con sede en Nueva York
afirma que constató un uso reiterado de bombas de racimo en los
combates entre las fuerzas gubernamentales y los rebeldes pro rusos en
más de una docena de lugares, tanto en la ciudad como en el campo.
Si
bien es imposible determinar el origen de muchos de estos ataques,
existen pruebas que señalan la responsabilidad de las fuerzas
gubernamentales ucranianas en varios ataques contra Donetsk, el
principal bastión separatista, precisó HRW.
El
ataque que costó la vida a un empleado de la Cruz Roja el 2 de octubre
en Donetsk fue realizado con cohetes de racimo, añadió esta ONG.
El Ministerio ucraniano de Defensa rechazó estas acusaciones, asegurando que carecen de todo fundamento.
"Los soldados ucranianos no utilizaron municiones de ese tipo", declaró un portavoz, Bogdan Senyk.
Las
autoridades pro occidentales ucranianas, que el domingo deberán hacer
frente a elecciones legislativas anticipadas, se encuentran atrapadas
entre la necesidad de hacer la paz y una parte de de la opinión pública
favorable a una ofensiva decidida contra los separatistas.
HRW
precisó que aparentemente también los insurgentes utilizaron esas
armas, aclarando que los elementos que posee no son suficientes para
estar totalmente seguros.
Ucrania, Estados Unidos y Rusia no firmaron en 2008 el tratado de prohibición de las bombas de racimo.
En
una investigación publicada el lunes, el New York Times, que se basa en
sus propias constataciones, se refiere a señales claras de que se
dispararon bombas de racimo desde territorios controlados por el
Ejército, donde cohetes mal disparados que contenían submuniciones
fueron encontrados por aldeanos en los campos.
Tomado de http://larazonsanluis.com
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