Egipto ha reconocido que espía grupos de Facebook de la comunidad LGBT en su país a través de “docenas de grupos de Facebook”. El país africano amplía así su red de herramientas online con las que persiguen a homosexuales, después de conocerse que agentes de policía se infiltran la aplicación de contactos Grindr para “cazar gays”.
Un funcionario anónimo del Ministerio del Interior egipcio ha filtrado a Buzzfeed la información. “No estoy muy familiarizado con Grindr, pero hay decenas de grupos de Facebook utilizados por la comunidad LGBT que están siendo observados”, asegura. El trabajador público prefiere no publicar su nombre porque no está autorizado a hablar con la prensa.
El gobierno egipcio asegura que el espionaje en Internet se centra en la prevención de ataques terroristas, pero este funcionario asegura, según el portal, que estos rastreos en la intimidad de los usuarios de la red persiguen un fin “mucho más alto”.
“Buscamos cualquier conversación, cualquier interacción, que podamos encontrar preocupante o que queramos controlar mejor”, confiesa el funcionario. “Miramos las conversaciones entre los islamistas, o lo que discuten el islamismo. Observamos comunidades que consideramos peligrosas”, añade.
Las “comunidades peligrosas” no son otras que los individuos LBGT. “Son los que comenten libertinaje o actos homosexuales”, que los espían “para proteger a los egipcios”.
Grupos de derechos humanos egipcios presentaron una demanda el 17 de junio contra el espionaje online utilizado por Egipto, con el alegato de que “amenaza la vida privada y las libertades públicas”.
Un portavoz del Ministerio del Interior de Egipto, el general Hany Abd el Lateef, asegura que los egipcios viven “en una era libre donde todo el mundo puede expresarse”. “¿Quién dice que estamos monitoreando su vida privada? Estamos monitoreando los temas políticos, tenemos que perseguir delitos electrónicos”, señala.
Sin embargo, según el portal, el gobierno ha publicado en numerosos medios de comunicación un listado de cuestiones que monitorizan en las redes sociales, y que no se queda corto. “La blasfemia y el escepticismo en las religiones; divisiones regionales, religiosas, raciales y de clase; propagación de rumores y torsión intencional de hechos; acusaciones; difamación; sarcasmo; el uso de palabras inadecuadas; peticiones de abandono de los pilares de la sociedad; alentar del extremismo, la violencia y la disidencia; invitar a manifestaciones, plantones y huelgas ilegales; la pornografía, la vagueza, y la falta de moralidad; métodos de fabricación de explosivos y asalto, caos y antidisturbios tácticas educar; llamadas a la normalización de las relaciones con los enemigos y eludir la estrategia del Estado en este sentido; pesca de errores honestos, caza de carne; toma de declaraciones fuera de contexto; y la difusión de bulos y las reivindicaciones de los milagros”.
La homosexualidad está castigada en Egipto con hasta tres años de prisión, y no está socialmente aceptada.
Un funcionario anónimo del Ministerio del Interior egipcio ha filtrado a Buzzfeed la información. “No estoy muy familiarizado con Grindr, pero hay decenas de grupos de Facebook utilizados por la comunidad LGBT que están siendo observados”, asegura. El trabajador público prefiere no publicar su nombre porque no está autorizado a hablar con la prensa.
El gobierno egipcio asegura que el espionaje en Internet se centra en la prevención de ataques terroristas, pero este funcionario asegura, según el portal, que estos rastreos en la intimidad de los usuarios de la red persiguen un fin “mucho más alto”.
“Buscamos cualquier conversación, cualquier interacción, que podamos encontrar preocupante o que queramos controlar mejor”, confiesa el funcionario. “Miramos las conversaciones entre los islamistas, o lo que discuten el islamismo. Observamos comunidades que consideramos peligrosas”, añade.
Las “comunidades peligrosas” no son otras que los individuos LBGT. “Son los que comenten libertinaje o actos homosexuales”, que los espían “para proteger a los egipcios”.
Grupos de derechos humanos egipcios presentaron una demanda el 17 de junio contra el espionaje online utilizado por Egipto, con el alegato de que “amenaza la vida privada y las libertades públicas”.
Un portavoz del Ministerio del Interior de Egipto, el general Hany Abd el Lateef, asegura que los egipcios viven “en una era libre donde todo el mundo puede expresarse”. “¿Quién dice que estamos monitoreando su vida privada? Estamos monitoreando los temas políticos, tenemos que perseguir delitos electrónicos”, señala.
Sin embargo, según el portal, el gobierno ha publicado en numerosos medios de comunicación un listado de cuestiones que monitorizan en las redes sociales, y que no se queda corto. “La blasfemia y el escepticismo en las religiones; divisiones regionales, religiosas, raciales y de clase; propagación de rumores y torsión intencional de hechos; acusaciones; difamación; sarcasmo; el uso de palabras inadecuadas; peticiones de abandono de los pilares de la sociedad; alentar del extremismo, la violencia y la disidencia; invitar a manifestaciones, plantones y huelgas ilegales; la pornografía, la vagueza, y la falta de moralidad; métodos de fabricación de explosivos y asalto, caos y antidisturbios tácticas educar; llamadas a la normalización de las relaciones con los enemigos y eludir la estrategia del Estado en este sentido; pesca de errores honestos, caza de carne; toma de declaraciones fuera de contexto; y la difusión de bulos y las reivindicaciones de los milagros”.
La homosexualidad está castigada en Egipto con hasta tres años de prisión, y no está socialmente aceptada.
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