Uno de los temas centrales del ataque ideológico contra Cuba por parte
de medios de comunicación anticubanos y la blogósfera contrarrevolucionaria, ha
sido la manipulación de la situación higiénico sanitaria existente en el país
tras la presencia de enfermedades infeccionas en el msmo, tales como el dengue,
el cólera, el chikunguna, así como el peligro latente de que pudiera
introducirse el ébola en nuestra patria.
Sobre este tema se ha desatado una verdadera guerra psicológica, a
partir de la impostación de rumores, generar desconfianza en el sistema de salud,
así como cuestionar la ayuda solidaria cubana a otras naciones hermanas.
Centro del ataque mediático es crear un falsa imagen de la situación
higiénico-sanitaria en la Isla, dirigida a sembrar preocupación y descontento
entre los ciudadanos, así como mostrar una distorsionada versión sobre el tema
en la opinión pública internacional. En este sentido, las matrices más relevantes
de la mentira son: 1) Déficit de médicos en el país, mientras miles de ellos se
encuentran en el exterior, supuestamente forzados a marchar a cumplir dicha
misión; 2) Deterioro de los hospitales y centros de salud primaria; 3) Carencia
de materiales y medicamentos; 4) maltrato en los centros asistenciales a los
ciudadanos; 5) Graduación de personal médico con serias brechas de conocimiento
poca experiencia; 6) Escasa divulgación por parte de los medios nacionales y
por el MINSAP sobre la epidemia del ébola; 7) Carencia de controles efectivos
en las fronteras cubanas; así como 8) Devaluar la acción solidaria de Cuba ante
la epidemia de ébola, comparándola con casos como el de EE UU, de quien dicen
haber contribuido con 600 millones de dólares y 3 000 médicos militares
norteamericanos.
Otra matriz de opinión impostada por la actividad de mercenarios dentro
de Cuba es generar frecuentes y falseados informes sobre el sistema de salud
cubano, colocando al gobierno cubano como insensible ante este tema. Asimismo,
generan serias dudas en el personal médico que marcha al exterior sobre el tema
de la bioseguridad de los mismos en el enfrentamiento al ébola.
La actividad subversiva se basa en la generación de temores no solo
sobre la suerte futura del personal médico que marchó a África para enfrentar
el ébola, sino sobre el peligro de que no se tomen las medidas necesarias para
evitar su llegada a Cuba, tal como ocurrió con el cólera, supuestamente
transmitido por el personal de salud que cumplió misión en Haití.
Todas estas mentiras fabricadas por la contrarrevolución externa e
interna son parte de una sostenida guerra ideológica, debidamente estructurada,
a la que se suman las campañas por lograr la deserción del personal médico que
labora en misiones en el exterior.
Cuba ha tomado como primera prioridad el tema de la salud del pueblo, a
pesar de las limitaciones que ha generado el bloqueo criminal impuesto por
Estados Unidos, así como ha asumido seriamente las medidas de control para
proteger a nuestra ciudadanía de la pandemia del ébola.
La labor subversiva del enemigo para sembrar temores en la población no
surtirá el efecto que esperan nuestros detractores. Somos un país, bloqueado,
carente de importantes recursos y en pleno proceso de perfeccionar nuestra
economía, al mismo tiempo limitado para acceder a fuentes de financiamiento,
equipamiento de última generación y medicinas, pero hacemos grandes sacrificios
para mantener a nuestro pueblo saludable y protegido.
No negamos las deficiencias que aún subsisten como lo es la falta de
eficacia en la atención en algunos centros y regiones, la falta de estímulos
adecuados para nuestro personal de la salud y fallas de gestión en algunos
cuadros del sistema, pero batallamos por erradicar esos lastres y limitaciones.
También damos un seguimiento serio a la aparición de cualquier tipo de
enfermedad y buscamos las fuentes de su origen, sobre todo cuando hemos
padecido durante décadas la más criminal guerra biológica por parte de Estados
Unidos y sus agencias. Por mi parte, tengo serias suspicacias en ese sentido.
Percy Francisco Alvarado Godoy
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