Supuesto amorio: Hillary y Yoko Ono |
Tennessee Williams
dijo con total certidumbre: “Toda la gente cruel se describe a sí misma como el
parangón de la franqueza.” Tal vez esa falta de escrúpulos ha sido el leiv
motiv fundamental de los republicanos para arreciar sus ataques contra Hillary
Clinton, potencial ganadora para la presidencia de los EEUU en las venideras
elecciones.
Ocultando sus
propios escándalos y su frágil tejado de vidrio, el pasado 12 de abril el Comité
Nacional Republicano recrudeció sus ataques contra la aspirante demócrata, poco
después de que la exsecretaria de Estado y ex primera dama confirmara que se
presenta para ganar la candidatura demócrata con el fin de competir para la
Presidencia de Estados Unidos en los comicios del 2016, en una estrategia pre
electoral dirigida a deslegitimizarla ante la opinión pública norteamericana.
El propio jefe del Comité
Nacional Republicano, Reince Priebus, no vaciló en decir en un comunicado: "Los estadounidenses necesitan un
presidente en el que puedan confiar, y los votantes no confían en Hillary
Clinton".
Uno de los puntos
en los que se ha centrado principalmente el desenfrenado ataque mediático
contra Hillary, con vistas influir en amplios sectores católicos y
conservadores de los votantes norteamericanos, lo han sido los escándalos sexuales
en los que supuestamente se ha visto involucrada la aspirante demócrata.
Hace apenas un poco
tiempo, la ya anciana viuda de John Lennon, Yoko Ono, involucró a Hillary en un
romance lésbico con ella, mientras mantenía una relación con el fallecido Beatles
e Hillary era apenas una estudiante de la Universidad de Yale. Esta “confesión”,
dudosamente esgrimida en estos momentos, la realizó Yoko durante una muestra de
tazas y platos en el Museo de Arte Moderno, en Los Angeles.
Otras fuentes insidiosas acusaron a Hillary de
mantener una relación extramatrimonial en varias oportunidades, haciendo énfasis
en su bisexualidad. Uno de estos casos es el diario "Los Angeles
Times" quien sugirió que tendría en su poder la exclusiva sobre la homosexualidad
de uno de los candidatos a la Casa Blanca. Sintiéndose aludida, Hillary desmintió
tal versión en "The Advocate", una prestigiosa publicación gay
norteamericana.
Según los chismes, la supuesta amante de Hillary es Huma Abedin, una de sus principales asesoras de campaña hacia la presidencia, señalándola como una joven norteamericana de origen pakistaní, elogiada por su belleza, incluso, en la revista Vogue.
Según los chismes, la supuesta amante de Hillary es Huma Abedin, una de sus principales asesoras de campaña hacia la presidencia, señalándola como una joven norteamericana de origen pakistaní, elogiada por su belleza, incluso, en la revista Vogue.
Otra versión acusatoria apareció en el
libro de Christopher Andersen, publicado en 1999 y titulado "Bill and
Hillary: The Marriage", donde se involucró a Hillary, entonces Primera
Dama, con Vince Foster, un poco conocido personaje que se había suicidado años
antes.
Una de las amantes de Bill Clinton, Gennifer
Flowers, sugirió conocer que Hillary era, en realidad, lesbiana., según le
confesó el propio esposo de la ahora aspirante a candidata presidencial.
Hillary ha enfrentado todos estos rumores con templanza,
declarando a la revista People en el 2014: “Creo que todo el mundo debe mirar al futuro
(...) He pasado página".
A pesar de su
entereza ante los atentados contra su vida privada, en marzo de 2015 se dio a
conocer por The New York Times que, siendo Secretaria de Estado, usó
exclusivamente su correo privado durante los cuatro años que estuvo en el cargo
y su equipo no entregó toda la correspondencia al Departamento como marca la
ley. La brecha de seguridad y la falta de entrega de los emails colocaron a la
Clinton en el centro de las críticas de sus oponentes.
Como señaló Russia
Today, “Esta polémica se produce una semana después de que comenzaran a
circular informaciones sobre posibles conflictos de interés por las donaciones
de gobiernos extranjeros a la Fundación Clinton durante sus años como
secretaria de Estado y en el escenario de su posible candidatura a la
Presidencia en 2016.”
Tanto la Clinton,
como el propio Obama fueron criticados por su falta de previsión para impedir
el ataque producido el 11 de septiembre de 2012 contra el Consulado de EE.UU.
en Bengasi, en el cual murió el embajador de ese país en Libia, Christopher
Stevens. Los republicanos centraron sus críticas principalmente en Hillary por
este evento, hasta el momento mismo del fin de su mandato.
La filtración de alrededor de un cuarto de millón de cables clasificados
del Departamento de Estado a WikiLeaks por Chelsea Manning, los cuales abarcan
el período entre diciembre de 1966 hasta febrero de 2010, le involucraron en autorizar
actividades de espionaje contra naciones aliadas, principalmente altos
funcionarios de las mismas. El espionaje escandaloso dentro de la ONU hacia el
secretario general Ban Ki-moon, así como contra representantes de consejo de
seguridad de China, Rusia, Francia y el Reino Unido, también crearon fuertes
críticas a Hillary.
Otra prueba difícil
para Hillary fue la acusación aparecida en The Wall Street Journal, donde se reveló
que la Fundación Clinton había aceptado 68 millones de dólares de donantes de
élite con estrechos vínculos con
gobiernos extranjeros y empresas estatales mientras ella fungía como
secretaria de Estado. En tal sentido, McClatchy News Service informó de
que, desde el año 2001, Arabia Saudita,
Omán, Qatar y Emiratos Árabes Unidos habían dado 40 millones de dólares a la
Fundación Clinton. Desde 2009 hasta 2013 la Fundación Clinton recibió al
menos 8,6 millones de dólares de la Fundación Victor Pinchuk, con sede en Kiev,
la capital ucraniana. También recibió donativos de una compañía petrolera
colombiana antes de la aprobación de un acuerdo comercial entre Estados Unidos
y Colombia.
También fue
criticada por los vínculos con Alejandro Mayorkas, el número dos del Departamento
de Seguridad Interna, quien actuó como jefe del Servicio de Inmigración y
Ciudadanía desde 2009 hasta 2013. Mayorkas está siendo investigado en la Cámara
Baja sobre alegaciones de corrupción que lo vinculan con favoritismo hacia el
hermano menor de Hillary, Hugh Rodham, y Terry McAuliffe, aliado de Clinton,
anterior presidente del Comité Nacional Demócrata y actual gobernador de Virginia.
Otras críticas son
usadas para cuestionar su papel como senadora de New York, durante la
administración de George W. Bush, entre 2001 y 2009, en relación con los
atentados del 9/11, la invasión USA a Irak, la imposición de la USA
PATRIOT Act y los programas de espionaje de la NSA.
No cabe la menor de
las dudas de que, culpas aparte, Hillary se encuentra bajo el fuego de sus adversarios.
Mucha entereza, transparencia y honestidad necesitará para enfrentar tal
andanada.
Percy Francisco Alvarado Godoy.
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