Show anticubano en Oslo

Radio Martí hizo de las suyas en eso de promover shows mediáticos anticubanos, empleando vedettes, zánganos, payasos, y todo tipo de personajillos, enrolados en su obstinada guerra anticubana. En esta oportunidad usó el programa ¨Con voz propia¨, transmitiendo una cobertura especial con motivo de la ceremonia de entrega del Premio Václav Havel a la Disidencia Creativa 2013, efectuada en Oslo, Noruega.

 

Hasta allí llegó la estafadora y mercenaria, jefa del grupúsculo  de las Damas de Blanco, Berta Soler, quien, aparentado fingida emoción, recibió la estatuilla, sumisa ante el  Oslo Freedom Forum por el reconocimiento, en franca espera por las dádivas monetarias que recibiría. Los que la conecen, pensaron: Esta se queda otra vez con la tajada mayor y llevará a sus socias de correrías unpoco de pacotilla y algunos escasos CUC. A sabiendas de que ha sido cuestionada por ladrona, declaró que el galardón era extensivo a la disidencia interna dentro de Cuba. ¡Será caradura!

El ojo vigilante de Laura Labrada la tenía nerviosa, mientras Mario Vargas Llosa, el expresidente rumano Emil Constantinescu, el disidente chino Chen Guangcheng, el canciller noruego Espen Barh Eide, así como otros tradicionales detractores de la Revolución presenciaron el espectáculo.

Berta Soler trató de opacar a toda costa a otros premiados  por la Fundación para los Derechos Humanos, con sede en Nueva York-,  el caricaturista sirio Ali Ferzat y el activista por la democracia norcoreano Park Sang-Hak. Hizo gala de malsano protagonismo y trató de lucir sus mejores sonrisas, pensando menos en Cuba y más en los platillos suculentos que se brindarían al rato. 

En su lejana y mediáticamente atacada Patria, otro mercenario de oficio, Roberto de Jesús Guerra Pérez, del Centro de Información Hablemos Press, se apresuraba a encontrar un espacio en el citado programa para obtener un poco de protagonismo, tanto de los detractores del staff de la cloca radiofónica miamense como de los presentes en el V Forum Anual por la Libertad, allá en Oslo, declarando: “Abundé sobre el trabajo que realiza mi agencia en La Habana, explicando la situación en que hacemos el periodismo independiente, nuestros sueños de libertad de expresión y el deseo de vivir sin represión”. Obviamente, no solo buscaba protagonismo, sino dos cosas fundamentales: recarga para sus celulares y un poco de dinero sucio, a la par que marcaba puntos para que le sufragaran también a él su merecido tour internacional.

Como puede apreciarse, el turismo político de la contrarrevolución, hecho boom a partir de enero de este año, no cesa. Unos van y otros vuelven, pero con la idea de estar prestos a agarrar el anhelado tubo de aluminio, tan pronto les sea posible. Algunos han regresado ya, cargados de pacotilla. Otros preparan las maletas o hacen provocaciones en la Isla en forma de huelgas, proyectos y todo tipo de montajes, para ser privilegiados por sus patrocinadores que, son a fin de cuentas quienes los usan y ponen la plata.

Berta Soler, cargada de bloomers y agjustadores blancos, tallas XXX, blusitas blancas y otros atuendos de ese color, anda con sus maletones, trayendo consigo poco efectivo y tarjetas de crédito que le fueron entragadas para administrar el dinero ella sola y dar unas pocas migajas a sus cúmbilas de estrellato efímero y denigrante.

Percy Francisco Alvarado Godoy