“La economía, estúpido”. Tres sencillas palabras usadas por
James Carville, el estratega de Bill Clinton durante las elecciones de
1992, como telón de fondo para la campaña presidencial. El entonces
desconocido ex gobernador de Arkansas llevó la estrategia detrás de la
campaña, además de un encanto y carisma innegables, para expulsar a un
presidente en el poder hace más de dos décadas.
Esa campaña y esas palabras específicas me vinieron a la mente el
otro día cuando pensé en la contienda por la gobernatura de la Florida.
Para noviembre el republicano en el cargo, Rick Scott, habiendo pasado
lo peor de una mala economía, se enfrentará muy probablemente al ex
gobernador republicano Charlie Crist, convertido en demócrata. Y si
ustedes creen en las encuestas, la economía es el factor decisivo por el
cual los electores decidirán quién será su líder en su camino adelante.
Una encuesta de Quinnipiac realizada este año pedía a los electores
que priorizaran los asuntos determinantes en la contienda por la
gubernatura de la Florida. La economía arrasó a todo con 29%, seguida
por la educación con 9%, cuidados de salud con 8% e impuestos con 3%.
Por tanto, no es sorpresa que Crist saliera de inicio con la
eliminación del embargo a Cuba. Porque si ustedes se fijan con cuidado,
todo es acerca de la economía, ¡estúpido! Especialmente cuando se trata
de la Florida.
Durante una entrevista televisiva en el programa de Bill Maher, Crist
dijo que “la eliminación del embargo sería una bendición para su
estado”. En la misma entrevista reconoció que era una política que “no
me parece que… funcione”.
Cuatro años, nueva actitud
A pesar de su declaración en 2010, cuando se opuso a eliminar el
embargo comercial, no me sorprende escuchar a Crist decir ahora: “Como
floridano, me gustaría ver que (la eliminación del embargo a Cuba)
sucede porque en la Isla se requerirían muchas construcciones, y el Sur
de la Florida es el lugar de lanzamiento de todo eso y realmente crearía
muchos empleos”.
En la actualidad la Florida tiene una tasa de desempleo de 6,3%, cerca de 606 000 personas sin trabajo, según el Buró de Estadísticas de Empleo del Departamento de Trabajo de EE.UU.
Y aunque nuestro desempleo ha tomado últimamente la dirección adecuada,
la gente no va a olvidar las dificultades de los últimos ocho años. La
encuesta demuestra todo eso.
Una Cuba sin el embargo sería, como dijo el propio Crist, una
bendición para NUESTRA economía. La Cámara de Comercio de Estados Unidos
estima que la inyección a la economía del país sería de $1,2 a $3,6 mil
millones de dólares, junto a miles de nuevos empleos. El Dr. Kenneth
Lipner, economista retirado de la FIU, publicó un informe en 1999 que
opinaba que Miami (no la Florida, no el resto del país) obtendría 40 000
nuevos puestos de trabajo y mil millones de dólares para su economía.
Y a pesar de que el desempleo de la Florida es de 6,3%, la
estadística del Buró de Empleo señala que en la construcción, aquí es de
casi 10%. Por lo tanto no debiera sorprendernos que Crist, un político
astuto y experto en campañas, mencionara que “en la Isla se requerirían
muchas construcciones”. Bien pudo haber dicho: ”¿Quién creen ustedes que
suministraría los materiales y la experiencia para reconstruir Cuba?
¿Por qué el embargo contra Cuba?
Algunos han cuestionado que sea acertado por parte de Crist haber
lanzado el embargo contra Cuba a la arena que es la contienda por la
gubernatura de la Florida. Yo, por lo menos, creo que fue inteligente de
su parte. Permítanme explicarles:
• Ahora que es demócrata y que se le considera un aliado cercano al
presidente Obama, su campaña debe haber deducido que tarde o temprano el
tema de Cuba surgiría en las elecciones de la Florida. Su decisión:
mejor enfrentar temprano el asunto. También las cifras de las encuestas
están demostrando que él se encuentra del lado adecuado en relación a la
manera en que los floridanos ven el asunto.
• Se dijo que él viajaría a Cuba antes de las elecciones. Yo nunca pensé que eso sucedería. Creo que quería ver la reacción.
• Crist sabe que él debe ganar el sur de la Florida en noviembre. La
parte súper conservadora del norte del estado pertenece a Rick Scott. El
ahora bien conocido Corredor I-4 en la parte central del estado
coronará a nuestro próximo gobernador. Esa zona está poblada por grandes
grupos de hispanos no cubanos, afro-norteamericanos y electores blancos
no afiliados a un partido. Cuando Crist habló de los beneficios
económicos de la suspensión del embargo contra Cuba, fue la primera vez
en los últimos 50 años que un político que deseaba ser elegido para un
cargo estatal mencionaba a la Florida y a Cuba juntas y consideraba los
beneficios que se derivaban de ello para todos los floridanos, no
simplemente los deseos de los cubano-americanos. Esa fue una movida
inteligente. Los independientes reaccionaron de manera positiva, y los
otros grupos, alguno de los cuales no consideran a Crist como un
verdadero demócrata, puede que sean convencidos de creer que al fin hay
alguien que los atenderá, en vez de jugar a la política con los cubanos
del sur de la Florida.
Finalmente, en cuanto a aquellos que dicen que Charlie Crist
constantemente cambia de opinión a fin de ganar, el hecho es que ambos
lo están haciendo. Claro que Crist ha cambiado su posición en cuanto al
tema de Cuba. Pero puedo mencionar la educación y los maestros, Medicaid
y un sinnúmero de otros temas acerca de los cuales Scott tenía una
posición diametralmente opuesta hace solo cuatro años.
Todos los políticos mienten. El que gana generalmente es el que nos
convence que no está mintiendo. Se sabe que Charlie Crist, aunque
definitivamente no es un Bill Clinton, cotorrea como el que más.
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