La policía estaba en alerta máxima el viernes
para evitar posibles enfrentamientos mientras judíos y musulmanes se
preparan para las principales festividades de su fe, Yom Kippur y Eid
al-Adha respectivamente, que coinciden en el tiempo por primera vez en
más de tres décadas.
Contingentes de policía armada se desplegaron por todo el país como
medida de precaución contra la violencia sectaria, dijo la portavoz de
la policía Luba Samri.
La precupación era especialmente alta en las cuatro ciudades
israelíes con significativas minorías musulmanas: Jerusalén, la ciudad
gemela de Tel Aviv, Jaffa — Yafo en hebreo — y también en Haifa y Acre.
En un acontecimiento relacionado, ejército dijo que había cerrado
Cisjordania y la Franja de Gaza como medida de seguridad general, una
práctica habitual durante los principales feriados judíos.
El Yom Kippur es el Día de la Expiación en el judaísmo, cuando los
devotos judíos piden a Dios que les perdone por sus transgresiones y se
abstienen de comer y beber además de acudir a intensos servicios
religiosos en sinagogas.
Los negocios y los aeropuertos cierran y las televisiones y radios
cortan su emisión. Las carreteras se vacían de coches, momento que
muchos israelíes seculares aprovechan para pasear en bicicletas por las
vías desiertas.
La festividad comienza con la puesta de sol del viernes y termina el sábado por la noche.
El Eid al-Adha, una festividad de tres días que comienza el sábado,
es una ocasión para celebraciones familiares y excursiones. Conmemora la
decisión del profeta Ibrahim — o Abraham como se le conoce en la Biblia
— de sacrificar a su hijo cumpliendo con la voluntad de Dios, aunque al
final éste le ofrece una oveja a la que sacrificar en su lugar.
En el inicio del Eid al-Adha los musulmanes sacrifican ovejas, vacas y
otros animales, y dan parte de la carne a los pobres. Los padres suelen
comprar nueva a sus hijos para que estrenen durante la fiesta.
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