El contratista estadounidense Alan Gross llegó hoy a la
base militar de Joint Andrews, en el estado de Maryland (EEUU), a las
afueras de Washington, tras ser liberado por Cuba después de pasar cinco
años preso en La Habana.
En un aparente buen estado
físico y acompañado de su esposa Judy, Gross bajó por su propio pie la
escalerilla del avión oficial fletado por el Gobierno de Estados Unidos y
fue recibido en la pista de aterrizaje por un grupo de congresistas
estadounidense.
Gross, de 65 años, llegó a Estados
Unidos pocas horas después de que la Casa Blanca confirmara que el
Gobierno de Cuba le había puesto en libertad "por razones humanitarias".
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