Cuba
se alista para el reinicio de relaciones diplomáticas con Estados Unidos
y se dice “abierta” para que Barack Obama pase de los dichos a los
hechos, es decir, del “pondremos fin a un enfoque caduco que durante
décadas ha fracasado” a los resultados tangibles sobre su “intención de
crear más oportunidades para los pueblos estadunidense y cubano”. Desde
luego que el primero de ellos, ni duda cabe, debe ser el fin del
bloqueo.
Mientras ello sucede –cuando
menos eso se espera–, la Cepal ofrece, por medio de su versión ampliada
del Balance preliminar de las economías de América Latina y el Caribe
2014, un breve paseo temático sobre la realidad isleña en el año que
está por concluir. Va pues.
La falta de financiamiento
para ejecutar inversiones necesarias para la modernización tecnológica,
así como el bloqueo económico, financiero y comercial, agravan la
restricción externa al crecimiento y se presentan como factores
estructurales que impiden a la economía cubana alcanzar su potencial.
A partir del segundo semestre
del año entró en vigor la Nueva Ley de Inversión Externa con el fin de
atraer ese tipo de capitales. Así, puso a disposición de inversionistas
foráneos una cartera de 246 proyectos de inversión por un monto de 8 mil
700 millones de dólares.
Con la aplicación de los
lineamientos de la política económica y social, y atendiendo a la
necesidad de aumentar la participación del sector no estatal dentro del
empleo total, hasta septiembre se encontraban en marcha 314 cooperativas
no agropecuarias (CNA), concentradas en los sectores comercio y
reparación de efectos personales, hoteles y restaurantes y construcción.
La participación del empleo no estatal dentro del total es de 26 por
ciento.
De la misma manera, continúa
el proceso de racionalización del gasto público y el apoyo hacia la
capitalización de empresas, así como la separación de las funciones
empresariales de las estatales dentro de los ministerios.
Dentro de las prioridades
presupuestales se cuentan el apoyo a la actividad agrícola (incluida la
azucarera) y la reducción del gasto destinado a las unidades
presupuestadas. En este sentido, el subsidio para asegurar la
disponibilidad local de alimentos (arroz, frijol, carne de cerdo, leche,
azúcar, entre otros) aumentó 24.6 por ciento entre 2013 y 2014.
Se mantiene el proceso de
descentralización que busca la autonomía financiera de los gobiernos
locales. Para este fin, la contribución territorial para el desarrollo
local se empezará a aplicar a todos los municipios en 2015 (actualmente
sólo se aplica en tres). Para 2015 se espera que la contribución
impositiva de los trabajadores por cuenta propia y de las CNA se
incremente dentro de los ingresos brutos en 11 por ciento.
Respecto al otorgamiento de
crédito, al cierre de septiembre se habían otorgado más de 378 mil
créditos por un monto de 3 mil 231 millones de pesos, de los cuales 63
por ciento se destinaron a acciones constructivas en las viviendas.
En octubre de 2014, el Grupo
de Acción Financiera Internacional excluyó a Cuba de sus mecanismos de
vigilancia, en reconocimiento a la labor del país para prevenir el
blanqueo de capitales y el financiamiento del terrorismo.
El servicio de la deuda
externa y el hecho de que Cuba no es miembro de las instituciones
financieras internacionales han obligado a que su balance en cuenta
corriente como proporción del PIB se mantenga en los últimos años en
alrededor de uno por ciento.
Por otra parte, si bien la
llegada de turistas se mantiene positiva, tendrá que dinamizarse en el
último trimestre del año para alcanzar la meta de 3 millones de
visitantes en 2014.
La exportación de servicios
médicos y biotecnológicos se mantiene al alza (en 2014 los ingresos por
servicios rondarán los 12 mil millones de dólares) y se avanza en la
diversificación de mercados receptores, en tanto que las exportaciones
de bienes alcanzarán 5 mil 500 millones de dólares. Por su parte, las
importaciones de alimentos, que representan alrededor de 20 por ciento
de las totales, sumarán 2 mil millones de dólares.
El crecimiento del sector
agrícola (en el cual emplea alrededor de 20 por ciento de la población
ocupada) y la construcción no compensaron los decrecimientos en la
industria manufacturera y de canteras y minas. Si bien la inversión
mantuvo tasas positivas de crecimiento, su participación en el PIB es
baja (14 por ciento).
El sector agrícola recibió
especial atención tanto por cuestiones de seguridad alimentaria como
para sustituir importaciones. En 2014 se destinaron más de 2 mil
millones de dólares para la compra de alimentos del exterior. Cifras
oficiales indican que en el primer semestre del año, el índice de
volumen de la producción agropecuaria –que excluye la caña de azúcar y
la producción de patios y parcelas– ascendió a 17.6 por ciento en
comparación con igual ciclo anterior. En cuanto a la leche se mantuvo la
misma producción. Otros productos cayeron, como el tomate, la cebolla,
el pimiento y los cítricos. No se estima para el segundo semestre un
dinamismo del sector agrícola tan elevado como durante el primer
semestre, pues en septiembre empieza la época de siembra.
En 2014 se espera que la tasa
de desempleo se mantenga entre 3.3-3.5 por ciento (3.3 por ciento en
2013). Al mismo tiempo, continúa el aumento en el número de trabajadores
por cuenta propia. Al cierre de septiembre de 2014 se estimó en más de
476 mil las personas bajo este régimen laboral, alrededor de 10 por
ciento más que en 2013.
En cuanto al comportamiento de
los precios, en la medida en que se reduce la lista de productos que se
incluyen en la libreta de racionamiento, los cuales son subsidiados, y
se ajuste la oferta y la demanda de productos, sobre todo agrícolas,
surge una situación de incremento de precios que se espera se estabilice
en el corto plazo. De esta manera, se estima que la inflación en 2014
termine cercana a 3 por ciento.
Las rebanadas del pastel
Y lo mejor del caso: en Cuba ni un solo niño padece hambre.
Carlos Fernández-Vega, La Jornada
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