El alcalde de Miami, Tomás Regalado, reconoció el ambiente de intolerancia existente en Miami, al declarar The Miami Herald que no podría garantizar la seguridad de un consulado cubano en esa ciudad.
Asimismo, Regalado dijo haber sido informado por la Casa Blanca, mediante llamada telefónica "que el restablecimiento de las relaciones
diplomáticas con Cuba permitiría la apertura de una embajada cubana en Washington y varios consulados en diferentes zonas del país."
Conocedor del clima de intolerancia existente en Miami y sabedor de la existencia de connotados terroristas en esa ciudad, no pudo menos que declarar: "Pienso que tener un consulado en Miami sería un error,
porque crearía un problema de seguridad. (…) Algunas personas
eventualmente tratarían de hacerle algo al consulado".
¿Se referirá acaso a Luis Posada Carriles y asociados?
¿Se referirá acaso a Luis Posada Carriles y asociados?
Sacando de sí mismo su propia intolerancia, más que preocupación por la seguridad de un futuro consulado en Miami, Regalado manifestó su desacuerdo con el mismo. Sin tapujos, declaró: "No podemos controlar eso", (...) "Pero, ciertamente, no lo apoyaremos".
En resumen, Regalado parece creer que es jefe de estado de una pequeña república bananera y un prepotente capaz de desoír las decisiones del presidente norteamericano.
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