Miami.- Acabo de regresar de La Habana
recientemente y puedo atestiguar que a pesar de las sobrias evaluaciones de la
economía cubana hechas públicas por diferentes autoridades responsabilizadas
por los asuntos económicos del país durante y a raíz de la recientes sesiones
de la Asamblea Nacional cubana la vida cotidiana en esa capital mantiene su
marchita normal.
Excepto por la controvertida alza en el precio de
la leche en polvo la mayoría de la población mantiene una actitud positiva y
expectante sobre cómo los cambios económicos que se han implementado y los que
lógicamente se avecinan afectan o afectarán sus posibilidades de consumo,
especialmente en cuanto a los productos alimenticios.
Los precios de los alimentos que se adquieren en
los mercados agropecuarios se mantienen a igual nivel que han tenido en el
último año o años. Siguen caros aunque no han aumentado. Especialmente
caros para aquellos sectores de la población con entradas normales. Como
pueden ser los jubilados y los trabajadores, que no trabajan en el sector
cuentapropista. Sector que ya emplea cerca de medio millón de
trabajadores.
Por ejemplo, en un mercado agropecuario normal, de
los que existen en la inmensa mayoría de la capital, siempre en moneda nacional
no convertible, el buen plátano macho, verde o maduro, se vende a 2 por $5
pesos. A veces hasta más barato. El boniato se puede conseguir desde .80
centavos la libra hasta $1.50 centavos la libra. La libra de frijoles,
negros, colorados y chícharos se venden desde 8 centavos hasta 12 centavos la
libra. El arroz, últimamente de excelente calidad, el brasileño
especialmente, a 5 centavos la libra. El precio del azúcar refino se
mantiene a 8 pesos la libra mientras que el azúcar crudo, la prieta, se vende a
6 centavos la libra. El precio de la libra de cebolla y del tomate, no en
temporada, sigue por las nubes. Pero el mazo de cebollinos se vende entre 5 y
10 pesos dependiendo del mazo y del cebollino. El precio del mango fluctúa de
acuerdo al mercado en que se compre. Se vende desde 5 pesos el mango
hasta a 10 pesos el mango. Salieron buenos esta temporada. Hay que estar
loco para pagarlos a 10 pesos cada uno. Y evidentemente hay suficientes locos
ya que en algunos mercados y en las carretillas que venden verduras y viandas
–depende el barrio-- se mantienen a 10 pesos, aunque a veces los carretilleros
–los antiguos vianderos—los venden a 2 mangos por 15 pesos, también depende del
barrio.
La carne de puerco en estos mercados se mantiene
estable, todavía muy cara. La libra de la carne de puerco para bisté se
mantiene comenzando a 25 pesos la libra y hasta 40 pesos la más limpia.
No importa el barrio. Según me dicen los carniceros a quienes les compro la
venta a disminuido sensiblemente durante los últimos meses indicando falta en
el poder adquisitivo de sus clientes habituales.
Aunque todo el mundo come, y come buena cantidad,
como para llenarse bien. Aunque claro la mayoría quisiera comer con más
variedad y mejor calidad, especialmente la carne de puerco. Somos un
pueblo de buen gusto para la comida que le gusta y, además, extremadamente
carnívoro.
Y esto es así mientras como explica en
reciente artículo el respetado economista José Luis Rodríguez, “En relación con los alimentos, ya durante 2013 se
registró un incremento estimado de alrededor del 19% en los precios, lo que
debe haber acercado la factura de compras en el exterior a una cifra de entre 1
900 y 2 000 millones de dólares. Así –por ejemplo– el precio por tonelada de
leche en polvo entera alcanza 5 569 USD, lo que refleja un crecimiento de 16%.
Para que se tenga una idea de lo que esto significa, y suponiendo que se compre
una cantidad similar a la del año 2012, a ese precio la factura del lácteo
importado llegaría a 234,8 millones, lo que representa un aumento de 43% en
relación a lo pagado hace dos años. Otros alimentos fundamentales en la dieta
del cubano también muestran sensibles incrementos. De este modo, en el arroz el
precio aumentó 21,7%; en los frijoles 24,3%; en los chícharos 49,9%; en el
pollo en cuartos 9,4%; en la pierna de cerdo 33,1%; en el café arábiga 37,8% y
en el cacao 42,4%.”
Debido a la actuación en la gestión del Estado,
actualmente los precios y la disponibilidad de los alimentos no son la
preocupación mayor de la mayoría de las familias cubanas, ya que éstos se
resuelven, mientras sí lo es cómo –con qué dinero-- visten y calzan a sus
hijos, sus nietos y a ellos mismos. Y esto está sin resolverse.
Más allá de estas preocupaciones y situaciones
fundamentales para la inmensa mayoría de la población, al caminar por La Habana
se nota que muchas familias arreglan y pintan sus viviendas, no importa el
barrio donde vivan, aunque claro en barrios donde viven familias ¨más
pudientes¨ se ven más mejorías, pero ocurren en todos los barrios de la capital.
Entonces aunque la situación es preocupante, ya
que todos quisiéramos que los nuestros pudieran disfrutar de la vida sin tantos
desasosiegos, se vive tranquilo y confiando que las cosas mejoran y mejorarán
más, poco a poco. Como expresara Raúl en su reciente discurso de clausura de la
Asamblea Nacional, “el resultado alcanzado no nos satisface, pero tampoco nos
desanima en lo más mínimo”.
Andrés Gómez, director de Areítodigital
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