El Comité de Naciones Unidas contra la Tortura (CAT) consideró que la
larga espera, que a veces se prolonga por años, en el corredor de la
muerte de condenados a la pena capital en cárceles de Estados Unidos,
equivale a tortura o trato cruel y degradante. “¿No es la angustia, la
incertidumbre y la larga espera ante una muerte inminente una especie de
daño mental prolongado que puede equivaler a tortura?”, inquirió el
relator del CAT para la revisión de Estados Unidos, Alessio Bruni.
Por lo tanto,
cuestionó Bruni “¿comparten ustedes que el sistema de pena capital en el
estado de California es inconstitucional?’’. El miembro del CAT deploró
el uso de inyecciones letales y en algunos casos la vuelta a la silla
eléctrica y preguntó si estas ejecuciones “¿no violan la octava
enmienda?’’. La Octava Enmienda a la Constitución de Estados Unidos
prohibe que el gobierno federal imponga castigos inusuales o crueles.
Además, la Suprema Corte estadunidense ha determinado que la sección de
los castigos inusuales y crueles sea aplicada a todos los estados.
Según
cifras “conservadoras” de organizaciones defensoras de derechos
humanos, el numero total de condenados a muerte en 2014 supera los tres
mil en todo el país, entre ellos 391 latinoamericanos. De los hispano
condenados a muerte 61 son mexicanos, entre los que se encuentran unos
39 que forman parte de la demanda conocida como Caso Avena en el cual el
gobierno de México acudió ante la Corte Internacional de Justicia de La
Haya. En su argumento, México señala que los condenados no recibieron
apoyo consular, como lo exige la Convención de Viena sobre Relaciones
Consulares.
Con respecto a los condenados que esperan años los años a
que se les imponga la muerte, destacan ejemplos como el del
norteamericano de origen hispano José Villegas condenado en 2002 y
ejecutado en 2014.
El hondureño Edgardo Cubas , sentenciado en 2004 ,
cuya fecha de ejecución estaba contemplada para el 16 de enero de este
año, la cual fue cambiada al 29 de mayo y ahora vive con la total
incertidumbre sobre cuándo verá su final. En esta lista, el más veterano
es el mexicano César Fierro, en el corredor de la muerte desde 1980, es
decir, 34 años a la espera de conocer el día en que lo ejecutarán –la
media en Texas es diez–. Fierro, cuya situación forma parte del Caso
Avena, lleva desde principios de los años 90 con el mismo régimen: 60
minutos al día al aire libre y el resto del tiempo en aislamiento en su
celda, donde le sirven desayuno, almuerzo y cena.
Su condena se basa en
un testimonio y, sobre todo, en su propia confesión, que asegura fue
hecha bajo coerción y sin haber hablado con un abogado. Incluso, las
dudas sobre su culpabilidad llegaron a inspirar un documental: "Los años
de Fierro". En el documental Fierro admite que no puede dejar de
preguntarse cuál es el sentido de que le sigan prolongando la vida "si
de todos modos lo van a matar".
Finalmente, volviendo a la sesión del
Comité de la ONU contra la Tortura, Bruni, preguntó al gobierno de
Washington “ si ha llegado el momento de plantear una moratoria sobre la
pena de muerte’’. Se espera que el gobierno estadunidense representado
por el subsecretario para Derechos Humanos Tom Malinowski y el embajador
Keith Harper respondan mañana jueves a estas y otras preguntas.
NTX/GS/BGG/
Por Gabriela Sotomayor. Corresponsal Ginebra, 12 Nov (Notimex)
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