La publicación del primer informe sobre la existencia de cárceles secretas estadounidenses en varios países plantea incluso la posibilidad de que algunas de estas prisiones se encuentren en países como Irán y Siria.
En 2013, una organización de derechos humanos con sede en Nueva York
publicó un informe en el que sus autores aseguraban que los secuestros,
detenciones y torturas de prisioneros de la CIA involucran a 54 países, entre ellos Irán y Siria.
Después de la publicación de los informes de dos presos que afirmaban
que estaban detenidos en prisiones secretas estadounidenses en Polonia,
la cuestión de las actividades de la CIA en otros países ha vuelto a
suscitar el interés en los medios de comunicación europeos, según
publica el sitio web actualidad.rt.com.
El portal iraní de noticias internacionales Mashregh News habló con
el director del Centro Europeo de Análisis Geopolítico y decano de la
Facultad de Ciencias Políticas de la Academia de Varsovia de Relaciones
Internacionales, Mateusz Piskorski, y discutió con él sobre la
posibilidad de que esta información aparentemente improbable sea
cierta.
Sin embargo, la violación de los principios de la soberanía
territorial que supone instalar cárceles secretas de la CIA en otros
países no permite sentar las bases para la cooperación de la CIA con
Teherán y Damasco", afirmó el experto.
"Nadie sabe lo que los estadounidenses están haciendo en estos
centros cerrados. Tal vez únicamente estén interrogando y torturando a
detenidos, pero puede darse la situación de que se dediquen al espionaje
o al desarrollo de armas químicas o a otras actividades, porque la CIA
es una agrupación criminal terrorista pero al mismo tiempo está bien
organizada y relacionada con el Gobierno", explicó.
"En mi opinión, uno de los asuntos geopolíticos más importantes que
deben plantearse Rusia, China e Irán es responder a esta táctica de EU.
En particular, sería necesario crear un organismo alternativo de
monitoreo de los derechos humanos que no haga la vista gorda ante los
crímenes y la brutalidad de los Estados Unidos y sus aliados. Esto puede
ser una contramedida eficaz contra la política estadounidense de doble
moral y al mismo tiempo detener la oleada de islamofobia impulsada por
Washington", sugirió el politólogo polaco.
Tomado de http://sipse.com
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