Casi siete horas después del encuentro público que tuvo
con Carlos Navarrete, presidente nacional del Partido de la Revojución
Democrática (PRD), Cuauhtémoc Cárdenas presentó anoche su renuncia con
carácter de irrevocable al partido que fundó hace 25 años, al señalar
que no correría el riesgo de compartir responsabilidades de decisiones
tomadas por miopía, oportunismo o autocomplacencia. En su carta de
dimisión puntualizó que esta medida obedece a su propósito de mantener
congruencia con sus principios.
Previamente, en la reunión con Navarrete, en la que no se llegó a
ningún acuerdo, el ex jefe de Gobierno capitalino lamentó que no se
abordara la renuncia de aquél a la dirigencia del partido, como demandó
en la carta del 17 de noviembre, y expresó su preocupación por la falta
de credibilidad del instituto, su ausencia de los movimientos sociales y
el interés por aliarse con el Acción Nacional (PAN), particularmente en
Sonora.
A continuación, el texto íntegro de la carta que el ingeniero
Cárdenas envió al presidente del consejo nacional del PRD, Ángel Ávila,
quien hasta hace dos meses era secretario particular del ex dirigente
Jesús Zambrano. No acusa copia para Carlos Navarrete ni el Comité
Ejecutivo Nacional.
Partido de la Revolución Democrática.
México, D. F.
Con esta fecha, de manera irrevocable, presento ante ese Consejo
Nacional mi renuncia como miembro del Partido de la Revolución
Democrática.
El pasado día 17 me permití hacer del conocimiento del Comité
Ejecutivo Nacional del partido una carta abierta, en la que señalaba
desacuerdos que encuentro con la forma de conducción del partido y
respecto de decisiones tomadas por el nuevo Comité Ejecutivo;
desacuerdos que, más allá de aquellos relativos a las coyunturas
actuales, había manifestado públicamente ante instancias de decisión del
partido, en diversas ocasiones, desde años atrás.
En las ocasiones anteriores, esperando que por lo menos se abriera un
debate interno sobre los planteamientos hechos, la respuesta de las
dirigencias del partido fue el silencio. Ningún cambio en los mecanismos
de toma de decisiones al interior de la organización. Por el contrario,
en sucesivas reformas estatutarias, fue consolidándose el sistema de
cuotas y pesos relativos para tomar decisiones y abrir a partir de ellos
las oportunidades de participación en procesos internos o externos a
los propios miembros del partido.
La reunión que hoy sostuve con el presidente y el secretario general
del partido, CC. Carlos Navarrete y Héctor Bautista, muy cordial en su
desarrollo, lo que agradezco, considero llegó demasiado tarde, al poner
de manifiesto, una vez más, que mantenemos profundas diferencias en
nuestras visiones de cómo enfrentar los problemas internos del partido,
en particular las medidas que deben adoptarse para recuperar la
credibilidad de la organización y de manera especial de sus dirigentes
ante la opinión pública, indispensables para lograr su reposicionamiento
como una verdadera opción política de carácter y alcances nacionales,
única forma en que le sea útil al país.
Al reiterar ante ese Consejo Nacional mi renuncia como integrante del
Partido de la Revolución Democrática, quiero aprovechar para expresar a
los militantes del partido que esta decisión obedece al propósito de
mantener congruencia con mis principios, lo que sólo a mí corresponde, y
no está para ser sometido a decisión ajena, individual o colectiva que
lo haga en función de mayoría y minoría.
Quiero decirles también que ante la disyuntiva de correr el riesgo de
compartir responsabilidades de decisiones tomadas por miopía,
oportunismo o autocomplacencia, en las que no haya tenido cabida la
autocrítica, he preferido correr el riesgo de recibir críticas, válidas o
no según se les quiera ver, y optar por decidir, de acuerdo a los
principios que he sostenido y me han servido de guía en mi
comportamiento público y privado.
Decirles, igualmente, que se trata de una decisión que corresponde
sólo a mis circunstancias personales. Cualquier otro miembro del PRD
estará en circunstancias diferentes y las decisiones que tome tendrán mi
absoluto respeto. Quiero, además, expresar que en función de las
condiciones de cada quien, reconozco que de apegarse a principios y
compromisos públicamente reconocidos, tan válidas son las luchas que se
libran desde dentro como desde fuera de las organizaciones.
Ha sido para mí un privilegio, en todos estos años, coincidir en lo
fundamental y caminar, en circunstancias difíciles y no tan difíciles,
con los militantes del partido. Continuaré activo en las causas con las
que tengo compromiso y sé que en sus distintos procesos y desarrollos
nos seguiremos encontrando y empujando en el mismo sentido.
Encuentro sin acuerdos
En la reunión de 35 minutos que pasado el mediodía
sostuvo con Navarrete en el reducido auditorio Valentín Campa de la
antigua sede del PRD, Cárdenas expresó que esta fuerza política requiere
una reconstrucción para recuperar credibilidad y poder ser
útil a las transformaciones que el país está requiriendo, condición que no veo en el momento actual.
Cuestionó que como institución el partido esté ausente de las
movilizaciones por la localización de los 43 normalistas desaparecidos
en Iguala, Guerrero –cuando gobernaba el edil postulado por este
instituto, José Luis Abarca–, y tampoco se ha pronunciado fuertemente en
favor la liberación de los 11 detenidos en el Zócalo, pese a las
evidencias de que fueron aprehendidos arbitrariamente. Ni lo ha hecho en
el caso de Mario Luna y Fernando Jiménez, voceros de la tribu yaqui.
En respuesta, Navarrete señaló que esas preocupaciones las analizaría
el CEN y adelantó que se rechazará la alianza electoral con el PAN en
Sonora.
El ex jefe de Gobierno de la ciudad de México se mantuvo en todo
momento inmutable, mientras el presidente del PRD desmenuzaba su
análisis sobre la situación partidista; reconoció que hay errores,
desviaciones, que no cuidan a sus gobiernos, que permitió el
fortalecimiento de las corrientes en detrimento de la conducción
institucional, pero no asumió medidas concretas para salir de la
problemática.
Intento por retenerlo
Sin la asistencia de Jesús Ortega y Jesús Zambrano,
líderes de su grupo, Nueva Izquierda, Navarrete hizo un intento por
retener a Cárdenas en el partido, al plantearle que esperaba contar con
su experiencia, su autoridad y sus propuestas para corregir el rumbo.
Acompañado por el senador Alejandro Encinas, Ifigenia Martínez,
Salvador Nava, Javier González Garza y Felix Hernández Gamundi, el ex
candidato presidencial dejó el local del partido diciendo que
reflexionaría sobre su permanencia en el PRD. La evaluación duró poco
más de siete horas, pues trascendió que su renuncia fue presentada a las
siete de la noche.
Alma E. Muñoz y Georgina Saldierna
La Jornada
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