La noticia me llegó con
sorpresa y causó en mí, no lo niego, profunda conmoción. Aquel joven que me atendió
durante meses en una de las salas de Hospital Militar Carlos J. Finlay, ha sido
detectado con ébola mientras cumplía una misión solidaria en Sierra Leona.
Según las noticias más
actuales, Félix será trasladado al Hospital Universitario en Ginebra, siguiendo
todos los protocolos establecidos por la Organización Mundial de la Salud.
El Ministerio de Salud de
la Confederación Helvética confirmó esta noticia: "La Confederación, el
cantón de Ginebra y las autoridades del Hospital Universitario de Ginebra han
dado luz verde para el traslado del paciente", según la agencia Efe.
No podía faltar la
manipulación mediática de sitios como Martínoticias, Café Fuerte, Cubanet y
otros medios de la blogósfera contrarrevolucionaria para lanzar infundios
contra mi doctor. La vil acusación sobre una posible falta al juramento
hipocrático y de mentir sobre el estado de salud de varios
contrarrevolucionarios como Oscar Espinosa Chepe y Martha Beatriz Roque
Cabello, es una infame matriz de opinión que se trata de impostar
maliciosamente en las redes sociales.
Es cierto que por su
profesionalidad y calidad humana Félix fue encargado de atender a varios
contrarrevolucionarios, a los que prestó un esmerado trato, al igual que todo
el centro hospitalario militar. Negar ello, manipularlo descaradamente, es
parte de la guerra ideológica anticubana.
Quienes le hemos conocido,
como yo, en calidad de paciente, tenemos de él el grato recuerdo de su sencillez,
profesionalidad y humanismo, atributos que le llevaron a cumplir la hermosa
misión de ofrecer sus servicios para salvar vidas en tierras africanas.
Muchas veces ambos conversamos
no solo sobre mi deteriorado estado de salud, sino también sobre su futura
misión en África, siendo yo depositario de su optimismo, así como de la
seguridad de que me libraría de mis dolencias. A él le debo gran parte de mi
recuperación.
Hoy deseo, como todo el
pueblo cubano, la mejoría de Félix y su pronta recuperación. Félix es parte de
este pueblo digno y solidario, al que no pueden manchar las calumnias de nuestros
enemigos.
Estés donde estés, Felix,
te acompaña mi eterno agradecimiento, mi admiración y el orgullo de haberte
conocido. ¡Buena suerte, amigo!
Percy
Francisco Alvarado Godoy
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