Pocos sospechaban hace un año que Cuba y Estados
Unidos abrirían canales de comunicación para múltiples temas. En paralelo con
las conversaciones en curso para restablecer relaciones diplomáticas otros
asuntos han adquirido protagonismo. Este martes, por ejemplo, representantes de
ambos gobiernos se ven las caras para dialogar sobre algo tan controversial
como derechos humanos.
Una nota de la cancillería aclara que el desarrollo de la reunión responde a una propuesta de Cuba trasladada en julio de 2014, y reiterada en enero pasado.
“Estas conversaciones sobre derechos humanos constituyen una muestra de la disposición de Cuba a abordar con Estados Unidos cualquier tema, sobre bases de igualdad y reciprocidad, a pesar de tener marcadas diferencias”, añade el texto oficial.
La parte estadounidense ha adelantado que se trata de negociaciones preliminares, así que probablemente el del martes sea el primero de varios encuentros.
“Es una reunión de planificación para discutir la estructura de las futuras conversaciones”, aclaró en conferencia de prensa Jeff Rathke, portavoz adjunto del Departamento de Estado.
Su delegación estará presidida por Tom Malinowski, subsecretario de Estado para Democracia, Derechos Humanos y Trabajo.
Estados Unidos, probablemente, pondrá sobre la mesa temas con los que tradicionalmente ha criticado a Cuba: libertad de expresión, acceso a Internet o unipartidismo, como parte de su visión sobre lo que son los derechos humanos.
La Habana, por su parte, podría hacer sus propios cuestionamientos sobre la situación en el vecino norteño: pobreza, falta de cobertura universal de salud, violencia policial, situación de los presos en la cárcel de la Base Naval de Guantánamo.
En una conferencia de prensa en La Habana la semana pasada, Pedroso afirmó que el diálogo será una oportunidad para plantear las preocupaciones de Cuba no solo sobre la situación en Estados Unidos sino en otros lugares donde ese país tiene incidencia directa.
“Somos conscientes de que tenemos profundas diferencias (…) en el ámbito de los sistemas políticos, la democracia, los derechos humanos y el derecho internacional, y a su vez tenemos la invariable voluntad de que ambos países puedan relacionarse civilizadamente dentro del reconocimiento y respeto de estas diferencias”, añadió el jefe de la delegación cubana.
Así, es improbable que en este encuentro cambie la forma en que los dos gobiernos enfocan el tema. Sin embargo, no será un diálogo de sordos, pues lo importante es que ambos se reconocen como interlocutores válidos para discutir cualquier asunto, aun el más controversial.
Pero no solo noticias sobre derechos humanos han cruzado el Estrecho de la Florida. En las últimas semanas, otros procesos en curso parecen estar avanzando, aunque no sea a la velocidad que los más optimistas esperaban.
Una delegación estadounidense presidida por el embajador Daniel Sepúlveda, subsecretario adjunto de Estado y coordinador para la Política Internacional de las Comunicaciones y la Información, concluyó la semana pasada una visita de tres días a La Habana para conversar sobre telecomunicaciones.
Según la escueta nota oficial publicada por la parte cubana, intercambiaron sobre el alcance de las nuevas regulaciones emitidas por Washington para implementar las modificaciones a la aplicación del bloqueo en materia de telecomunicaciones y las restricciones que aún se mantienen en vigor.
Los norteamericanos visitaron la Empresa de Telecomunicaciones de Cuba, ETECSA; la Universidad de las Ciencias Informáticas, UCI, y el Instituto Superior Politécnico José Antonio Echeverría, ISPJAE.
También la semana pasada, el Departamento del Tesoro anunció que decenas de empresas e individuos habían sido eliminados de la “lista de nacionales especialmente designados” de Cuba.
Concretamente, se trata de casi 60 entidades (individuos o negocios), supuestamente vinculadas con el terrorismo o el narcotráfico, cuyos activos estaban bloqueados por la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) del Departamento del Tesoro y tenían prohibido hacer negocios con estadounidenses.
Curiosamente, la mayoría de esas entidades tiene como sede principal Panamá, donde se realizará la VII Cumbre de las Américas el 10 y 11 de abril.
Quizás se trate de una revisión rutinaria del Departamento del Tesoro, pero también podría ser la antesala de la eliminación de Cuba de la lista de estados patrocinadores del terrorismo, algo que la Isla considera imprescindible para restablecer los vínculos diplomáticos.
En esa línea, ha habido poca información reciente sobre las conversaciones centradas en la reapertura de embajadas, que la administración Obama parece estar interesada en resolver antes de llegar a Panamá.
Representantes de cada lado se reunieron en La Habana en enero, en Washington en febrero y de nuevo en La Habana este mes. Sobre esta última reunión apenas hubo noticias. Roberta Jacobson estuvo en la capital cubana y no se realizaron conferencias de prensa, a diferencia de las dos primeras rondas de conversaciones oficiales.
El silencio ha motivado especulaciones, y cuando faltan menos de dos semanas para que Raúl Castro y Barack Obama se den la mano en la Cumbre de las Américas algunos comienzan a preguntarse si para entonces ya estarán abiertas las embajadas en La Habana y Washington.
Tanta reserva podría ser un síntoma de que algo anda mal, pero bien podría significar todo lo contrario. Los anuncios hechos el 17 de diciembre estuvieron precedidos por 18 meses de conversaciones secretas, de las que solo supimos cuando todo estaba acordado. A veces, en la diplomacia, la discreción es la mejor táctica.
Quienes pasaron cerca de la Sección de Intereses de Washington en La Habana durante la semana pasada tal vez vieron andamios alrededor del asta donde izarán la bandera de las barras y las estrellas.
Podría ser una reparación corriente, o un indicio de que la restauración de las relaciones diplomáticas nos sorprenderá cualquiera de estos días. Aunque eso, ya lo sabemos, será solo un paso en el complejo camino hacia la normalización de las relaciones bilaterales.
Por Dalia González Delgado *
*Periodista. Centro de Estudios Hemisféricos y sobre Estados Unidos (CEHSEU), de la Universidad de La Habana
Hay muchas veces donde no se ponen de acuerdo en estas materias de telecomunicaciones porque son países con culturas tan distintas y con diferencia de opiniones que para ponerse de acuerdo ya puede llover...
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