El gobierno de Obama ha dado un paso de marketing político previo a la VII Cumbre de las Américas, al solicitar al Congreso, durante una audiencia ante una subcomisión de la Cámara de
Representantes, la aprobación de cerca de
1,990 millones de USD para "ayudar" a la América Latina en el año 2016, ubicando la promoción de la prosperidad en Centroamérica como uno de los temas prioritarios, según informó la
subsecretaria de Estado, Roberta Jacobson.
La cifra solicitada representa un aumento de 34,7% respecto al presupuesto del
año pasado, incluyendo un monto de 1,000
millones de USD
para impulsar la "seguridad y prosperidad", a partir del llamado plan “Alianza para la Prosperidad”. Este acto no hace otra cosa que evitar crisis migratorias como la sucedida en el verano pasado. Es solo cuestión de cuidar las puertas de acceso a EEUU, más que cuestión de buena fe o real preocupación por los niños inmigrantes de El Salvador, Guatemala y
Honduras, quienes fueron interceptados en la frontera, el año pasado, tratando de
ingresar a Estados Unidos sin compañía de adultos.
La propia Jacobson puso sobre el tapete que la intención de EEUU es evitar desembolsos mayores en el futuro, al declarar: "Aunque este nivel de apoyo representa un aumento significativo
respecto a años anteriores, creemos que el costo de invertir ahora en la
seguridad y la prosperidad de América Central palidece en comparación
al costo de enfrentar desafíos migratorios en casa".
Otras direcciones de la "ayuda" incluyen, entre otros fines, 119
millones de USD para el Plan Mérida contra el narcotráfico en
México, 288,7 millones en programas de desarrollo y seguridad en
Colombia, 95,9 millones de dólares servirán para apoyar la lucha
antinarcóticos en Perú, 241,6 millones en Haití y
53,5 millones para la Iniciativa regional de seguridad (CBSI). Como puede verse, eas una forma de enmascarar el injerencismo militar en la región.
La parte interesante del asunto es que EEUU destinará una millonaria cifra de estos dineros a programas subversivos contra países progresistas de América Latina , supuestamente para implementar programas de promoción
de la libertad de prensa y los derechos humanos en Cuba, Venezuela,
Ecuador, Nicaragua, entre otros.
En resumen, la supuesta bondad de Washington está encaminada a salvaguardar sus propios intereses geopolíticos: evitar la migración descontrolada hacia sus fronteras, fortalecer su dominio militar en la región, apuntalar naciones aliadas como México, Perú y Colombia, así como arreciar su acción desestabilizadora contra las naciones del ALBA, particularmente contra Cuba y Venezuela.
No hay nada nuevo en el asunto.
Percy Francisco Alvarado Godoy
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