Fariñas, exponente de la suceidad civil cubana, junto a los terroristas Luis Posada Carilles y el fallecido Huber Matos. Todo queda entre criminales y bandidos. |
Ha sido reiterativo
el uso del término “sociedad civil” por parte de EEUU y sus personeros
gubernamentales para identificar a los representantes de una insignificante
sarta de mercenarios, quienes tocan al compás de la batuta de la ultraderecha
norteamericana su clarinada débil, y con escasa resonancia, el discurso anticubano.
La propia
subsecretaria de Estado para los Asuntos del Hemisferio Occidental, Roberta
Jacobson, ha salido en defensa de estos menos de 1,100 contrarrevolucionarios,
los que supuestamente luchan por la “democracia” en la Isla.
En este sentido, la
citada funcionaria declaró al Nuevo Herald a raíz del inicio de las
conversaciones bilaterales: “Una de las cosas más importantes de esta visita, y
de las próximas, fue asegurarnos que estos activistas y otros que no pudimos
ver, entiendan que nada en esta política cambia nuestro deseo de trabajar con
ellos y mantener nuestro apoyo. Ese fue uno de los primeros objetivos. Si
alguno se sintió abandonado, queríamos asegurarnos de que ese ya no fuera el
caso”.
El manipulado uso
de los conceptos de “pueblo cubano” y “sociedad civil”, por parte del gobierno de
Obama, busca apalancar en las escenas nacional e internacional, a aquellos que
han vivido del reprobable oficio de mentir, provocar y tratar de subvertir
nuestro orden institucional. Ellos han recibido millonarias cuotas de fondos
para cumplir esta misión durante décadas.
La propia Roberta Jacobson mostró el interés, por parte de su gobierno, de que estos mercenarios estén representados en la venidera Cumbre de Panamá. EEUU espera que los mismos contribuyan a fortalecer la guerra ideológica contra Cuba y ser empleados, igualmente, para atacar al ALBA y a Venezuela.
En declaraciones ante el Senado norteamericano sobre los cambios en la
política de Estados Unidos respecto a Cuba, la misma funcionaria declaró el pasado
3 de febrero de 2015:
“Las iniciativas del presidente miran adelante y están
diseñadas para impulsar cambios que apoyan los derechos humanos universales y
las libertades fundamentales para todos los cubanos, así como cambios que
impulsen nuestros intereses nacionales. Estos destacan el valor de los
contactos de persona a persona y formas muy específicas de incremento del
comercio. Ya estamos viendo indicaciones de que la actualización de nuestro
enfoque nos permite tener más capacidad de participar con otras naciones en el
hemisferio y en el mundo para promover el respeto a las libertades
fundamentales en Cuba. También ha dirigido considerable mayor atención a las
medidas y políticas del gobierno cubano.”
“Apenas hemos comenzado las charlas oficiales para
normalizar las relaciones, que tomarán mucho más tiempo que el primer paso,
para el restablecimiento de relaciones diplomáticas. Sin embargo, incluso
mientras hacemos esto, seguiremos tanto directamente como los por los canales
diplomáticos, alentando a nuestros aliados a aprovechen toda oportunidad
pública o privada a favor de la mejora del respeto a los derechos humanos y las
libertades fundamentales en Cuba. Seguiremos
utilizando los fondos asignados por el Congreso para apoyar el ejercicio de las
libertades políticas y civiles en Cuba, para facilitar la libre circulación de
información, y para proporcionar asistencia humanitaria. También esperamos
poder incrementar la participación para empoderar al pueblo cubano por medio de
contactos autorizados con miembros del Congreso, funcionarios del gobierno de
Estados Unidos y viajeros estadounidenses. Alentamos a los miembros [del
Congreso] que visiten Cuba a que amplíen su participación con las voces
independientes en la sociedad civil cubana y, cuando sea posible, participen
efectivamente con el gobierno cubano en temas de derechos humanos y democracia.”
De hecho, la Jacobson
reafirma la intención nada oculta de EEUU de seguir ayudando a su punta de lanza
desestabilizadora dentro de Cuba, en una abierta y declarada política
injerencista.
El error básico de
EEUU radica en apostar por una insignificante lacra de vividores y
sinvergüenzas, desconociendo a la verdadera sociedad civil cubana, integrada
por artistas, científicos, intelectuales, obreros, investigadores, mujeres, campesinos,
estudiantes, niños, que constituyen la mayoría del pueblo cubano.
EEUU se demerita a
sí mismo al enlodarse con el apoyo que promete brindar a una desunida,
insignificante y oportunista “suciedad civil”.
Percy Francisco Alvarado Godoy
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