Jeffrey DeLaurentis junto a Roberta Jacobson |
La revista Foreign Policy
(FP) ha abordado el peliagudo tema de anticipar quién sería el funcionario
norteamericano que tomaría las riendas de dirigir a la embajada de Estados
Unidos en Cuba, una vez que las condiciones para ello sean creadas.
El actual contexto
en el Congreso, favorable a los republicanos, sería un escollo para lograr el
nombramiento del embajador. En este sentido la revista apuesta por el actual
jefe de la Sección de Intereses en La Habana, Jeffrey DeLaurentis, quien al parecer podría sortear los escollos
que le presenten a la administración Obama en este sentido, fundamentalmente
capitaneados por los representantes de la ultraderecha norteamericana en el
Senado como Marco Rubio o Robert Menéndez.
Lo cierto es que
ambos partidos, republicanos y demócratas no serían reacios a aceptar a un
diplomático de carrera cuya imparcialidad no sea cuestionable. Eso con
independencia de los manejos tras bambalinas para torpedear el nombramiento de
un embajador en La Habana.
Aunque Obama
intenta abrir la embajada antes de la realización de la VII Cumbre de Las
Américas de Panamá, sabe que la selección del candidato para el cargo es
esencial para lograr esta meta.
Aunque expertos en
el tema, según Foreign Policy, favorecen a DeLaurentis, por ser un experto
diplomático y haber trabajado en Cuba en dos oportunidades, además de haberse
manifestado con tacto en el desempeño de sus funciones, así como sus fuertes
contactos en el Departamento de Estado, Obama podría usarlo temporalmente como
Encargado de Negocios hasta que sea firme su nombramiento como embajador.
Sin embargo,
existen otros aspirantes al cargo, entre los que sobresalen Peter Quilter,
secretario de administación y finanzas de la Organización de Estados
Americanos, OEA; Fulton Armstrong, Asociado del Centro de Estudios
Latinoamericanos y Latinos de American University en Washington D.C.; y Michael
Kozak, Subsecretario de Estado Adjunto para Democracia, Derechos Humanos y
Asuntos Laborales.
Kozak es el
principal oponente a DeLaurentis por su larga experiencia diplomática en
asuntos cubanos –fue negociador con La Habana durante el éxodo del Mariel,
asistió en el tema Cuba a los ex presidentes Ronald Reagan y George Bush, y cumplió
misión en la SINA como jefe de la Sección durante el gobierno de Bill Clinton-,
lo que le convierte en otro posible y fuerte candidato.
Michael Kozak, subsecretario de Estado Adjunto de EUA. |
También pesa la
fuerte posición a favor de otros senadores como los republicanos Jeff Flake y
Rand Paul, así como la postura asumida por Bob Corker, actual presidente del
Comité de Relaciones Exteriores del Senado.
Por mi parte,
considero que Obama puede sorprender con la propuesta de otra persona que no se
encuentre en la terna de los actuales aspirantes. Cuenta para ello con una
reserva favorable dentro del Departamento de Estado.
Lo cierto es que el futuro embajador tendrá que lidiar fuertemente con la
misión de dirigir una sede diplomática cuya tarea principal, más allá de
mantener los lazos diplomáticos con Cuba, sería la de promover un cambio
constitucional en la Isla mediante el apoyo a la subversión.
Será el diplomático encargado de tratar de vender una zanahoria a una
Cuba ampliamente conocedora de las intenciones tras bambalinas de la
administración Obama.
Percy Francisco Alvarado
Godoy
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