viernes, 12 de septiembre de 2014

¿Realmente se suicidó Salvador Allende?

  ¿Realmente se suicidó Salvador Allende?

La muerte del ex presidente de Chile, Salvador Allende, continúa siendo un misterio aun 40 años después de su acontecimiento, cuando el dictador Augusto Pinochet diera su famoso golpe de Estado en este país el 11 de septiembre de 1973.

La versión oficial narra que Salvador Allende se suicidó con un fusil de asalto AK-47, regalo de Fidel Castro, después de que Pinochet diera su coup d’Etat.

Sin embargo, la orden de exhumación del cadáver de Salvador Allende el 23 de mayo de 2011 por parte del juez Mario Carroza es girada con el explícito propósito de establecer y esclarecer “la manera de la muerte o las circunstancias que rodearon a la misma”.

El médico forense español, Francisco Etxeberría, quien participó en la exhumación, determinó el 19 de julio de ese año que la causa de muerte de Salvador Allende había sido suicidio.
“Con base en argumentos técnicos y científicos, podemos asegurar que la muerte del presidente Salvador Allende se produjo como consecuencia directa de un disparo realizado bajo el mentón que le produjo la destrucción de la cabeza y la muerte inmediata, lo que interpretamos como suicida desde la perspectiva forense”, expuso Etxeberría.
Sin embargo, el periodista chileno Francisco Marín llevó a cabo su propia investigación, denominada Yo no me rendiré, junto al médico forense Luis Ravanal, que pone en duda nuevamente la versión oficial de suicidio de Salvador Allende.

“Los investigadores llegamos a la conclusión que la versión oficial no encuentra ningún sustento en los hechos”, comenta Francisco Marín a Diario Las Américas.
Fracisco Marín basa su afirmación en el hecho de que se puede rastrear la intervención de militares que asaltaron La Moneda en el caso del suicidio de Salvador Allende, algo que resta verosimilitud a la versión oficial.
“Ellos intervinieron el sitio del suceso y estuvieron con Allende muerto durante más de una hora y media: se guardaron las armas, balas y vainillas encontradas en torno al cadáver de Allende; ordenaron que la autopsia fuese en el Hospital Militar y no en el Instituto Médico Legal, como correspondía, y dispusieron que este procedimiento fuese vigilado por soldados armados con fusiles”, expuso Francisco Marín.
Además, Francisco Marín afirma que las pruebas forenses confirman que Salvador Allende no pudo haber cometido suicidio.
“Muestra un cadáver perfectamente alineado y en posición recta, como un tronco caído, lo que no es concordante con un individuo que en vida se pega un tiro de fusil bajo la mandíbula estando sentado, menos aun cuando ha ocurrido una destrucción masiva del encéfalo, lo que conlleva a una desconexión neurológica absoluta e instantánea. Además, las armas automáticas disparan ráfagas de diez tiros o más”, manifiesta Francisco Marín.
Finalmente, Francisco Marín afirma que la idea de que Salvador Allende se haya suicidado es un absurdo que sólo se pudo mantener gracias a una conspiración militar.
“Cientos de otras pruebas como esta que evidencian lo absurdo e irreal de la tesis del suicidio (que) pudo y puede sostenerse, gracias al poder de quienes la promovieron desde el mismo 11 de septiembre de 1973, hasta casi imponerla como una verdad incontrovertible”, finaliza Marín.

 Arturo Gutiérrez Ávila  

Tomado de  http://www.sexenio.com.mx

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