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Parisa Tabriz, de 31 años, fue contratada por la
empresa Google para que la ataque e informe de sus debilidades,
protegiendo así la seguridad del gigante estadounidense.
El título oficial de Tabriz en Google es
"princesa de seguridad", porque "Ingeniero de Seguridad de la
Información es completamente aburrido y horrible", explica ella en un
artículo en la revista 'Elle'. Su tarea consiste en 'hackear' todo el día a su empleador, una de las mayores compañías informáticas del mundo.
En el mundo de la piratería informática, Tabriz equivaldría a la Bruja buena del Mago de Oz: con todo el poder y las habilidades, pero sin ninguna intención de usar su ejército de monos saqueadores malignos. Al frente de un equipo de 'hackers', fue contratada para pensar como un criminal y encontrar debilidades en Google Chrome, el navegador de Internet más utilizado en el mundo. Realiza 'hackeos' preventivos diarios contra el robo de identidad que protege a millones de personas en todo el mundo.
Los 'hackers' viven en un constante estado de purgatorio moral: la línea entre el bien y el mal a menudo se oscurece. El grupo de Tabriz, los 'sombreros blancos' (así se definen a sí mismos), está formado por buenos samaritanos que devuelven el bolso caro que encuentran en el metro. Los 'sombreros negros', por el contrario, promulgan que saben cómo atacar un sistema y lo venden al mejor postor. Sin embargo, Tabriz nunca ha tenido intención de estar en el lado oscuro y es poco probable que termine por ser un 'hacker' absoluto, escribe la revista.
En el mundo de la piratería informática, Tabriz equivaldría a la Bruja buena del Mago de Oz: con todo el poder y las habilidades, pero sin ninguna intención de usar su ejército de monos saqueadores malignos. Al frente de un equipo de 'hackers', fue contratada para pensar como un criminal y encontrar debilidades en Google Chrome, el navegador de Internet más utilizado en el mundo. Realiza 'hackeos' preventivos diarios contra el robo de identidad que protege a millones de personas en todo el mundo.
Los 'hackers' viven en un constante estado de purgatorio moral: la línea entre el bien y el mal a menudo se oscurece. El grupo de Tabriz, los 'sombreros blancos' (así se definen a sí mismos), está formado por buenos samaritanos que devuelven el bolso caro que encuentran en el metro. Los 'sombreros negros', por el contrario, promulgan que saben cómo atacar un sistema y lo venden al mejor postor. Sin embargo, Tabriz nunca ha tenido intención de estar en el lado oscuro y es poco probable que termine por ser un 'hacker' absoluto, escribe la revista.
Rusia Today
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