Desoyendo la postura
generalizada dentro de EE UU –manifestada en el reciente editorial de The New
York Times-, la Casa Blanca volvió a demandar este martes la liberación
inmediata Alan Gross, viendo su detención en Cuba como un fuerte obstáculo para
que exista un acercamiento entre La Habana y Washington, tal como lo declaró el
portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest.
El funcionario, mostrando
la falta de flexibilidad en la política USA hacia Cuba, dijo con la habitual
prepotencia norteamericana: "Estados Unidos cree que el señor Gross debe
ser liberado de inmediato, que su detención ciertamente resulta injustificada y
que es hora de que pueda reunirse con su familia aquí en casa".
El no ver a Gross como un
espía al servicio de una agencia federal como la USAID, cuya labor estaba
encaminada a subvertir el orden constitucional en Cuba, es parte de la ceguera
política de Washington.
Mientras se mantenga esta
postura inflexible y no se promueva el canje de Gross por los tres
antiterroristas cubanos que aún purgan injusta prisión, tal como lo ha
solicitado el gobierno cubano, la posibilidad de un acercamiento se ve lejano e
inalcanzable.
Cuba no se dejará
sobornar, ni cederá un ápice en su posición soberana y justa, al reclamar la
liberación de nuestros compañeros, víctimas de un injusto y amañado juicio.
Cuba, entiéndalo Earnest y
sus jefes, mantendrá su postura y no se dejará manipular por presión alguna.
Percy
Francisco Alvarado Godoy.
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