Un maestro se llevó a su hija enferma de la capital liberiana a una
pequeña localidad de 300 personas. Pronto murió, junto con toda su
familia, y ahora están todos enterrados en el bosque cercano junto a
cada vez más vecinos.
La comunidad de Jene-Wonde, en el condado de Gran Monte del Cabo,
cerca de la frontera con Sierra Leona, se ha convertido en un nuevo
epicentro del mortal brote de ébola en Liberia, que también golpea a
Sierra Leona y Guinea.
Momo Sheriff, que perdió a su hijo por la enfermedad, dijo que no hay
atención sanitaria en la comunidad y los responsables no tienen forma
de gestionarla. Desde finales de septiembre, la diminuta aldea perdió al
10% de su población por el ébola. Entre todas las muertes, los mercados
y granjas cercanos quedaron abandonados.
Liberia ha sufrido el golpe más fuerte de la pandemia de ébola, con
2.766 muertes atribuidas al virus, algo que no se había visto en el
África occidental hasta la crisis de este año. Tras meses de agresivos
esfuerzos por aislar a los enfermos y enterrar con seguridad a los
muertos, la Organización Mundial de la Salud señaló que el ébola parece
estar remitiendo en Liberia, “aunque las cifras de casos nuevos siguen
altas en algunas partes del país”.
Los nuevos casos registrados parecen estar bajando incluso en la
capital, Monrovia. Pero eso es poco consuelo para la gente en
Jene-Wonde.
Allí, Juma Mansaray perdió a su madre y su abuela el mismo día. Dice
que la comunidad se ha visto repudiada por las poblaciones cercanas.
Abdullai Kamara, responsable del equipo de sepulturas de Gran Monte
del Cabo, dijo que la gente de Jene-Wonde se ha mostrado obstinada y en
constante negación, lo que consideró motivos para que siguieran
produciéndose contagios.
El ébola se contagia a través del contacto directo con los fluidos
corporales de los enfermos y los muertos. Durante semanas, los vecinos
de Jene-Wonde expulsaron a los equipos de enterramiento seguro y
ocultado a los enfermos del personal sanitario externo, dijo Kamara.
Sin embargo, señaló, “seguimos siendo liberianos; son nuestra gente. Necesitamos gente para ir en su ayuda”.
El virus seguía extendiéndose también en Sierra Leona, incluyendo en
su capital, Freetown. Las autoridades locales indicaron el lunes que en
las 24 horas anteriores se habían registrado 40 casos nuevos en Freetown
y sus alrededores.
Tomado de
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