Policías federales detuvieron este martes al exalcalde de Iguala,
José Luis Abarca, y su esposa, acusados de ordenar los ataques de
septiembre contra estudiantes que acabaron con 43 desaparecidos,
suscitando esperanzas de que ambos puedan aclarar la suerte de estos
jóvenes.
"Espero que esta detención contribuya al esclarecimiento de la
investigación", manifestó el presidente Enrique Peña Nieto durante un
evento público en el que felicitó a sus fuerzas de seguridad por la
aprehensión.
El alcalde José Luis Abarca, revocado de su cargo después de las
desapariciones, y su esposa María de los Ángeles Pineda se encuentran en
la Unidad de la Fiscalía Contra el Crimen Organizado luego de ser
detenidos en un operativo sin violencia, explicó a la AFP un vocero de
la Comisión Nacional de Seguridad (CNS).
La pareja, acusada de estar al servicio del cártel narcotraficante
Guerreros Unidos, se escondía en una humilde casa de cemento sin pintar
de dos pisos en medio de un populoso barrio al este de Ciudad de México.
La huida de la pareja días después de los ataques atizó el enojo del país contra sus autoridades.
La noche del 26 de septiembre, policías municipales de Iguala -a solo
200 km de Ciudad de México- y sicarios de Guerreros Unidos dispararon
contra decenas de alumnos de una escuela rural de magisterio de la
cercana comunidad de Ayotzinapa (Guerrero), causando seis muertos y 43
desaparecidos.
Por declaraciones de otros detenidos, las autoridades temen que los
jóvenes desaparecidos fueron asesinados y enterrados pero recalcan que
no darán credibilidad a esta versión hasta que encuentren a los jóvenes.
"Que lo hagan hablar, (...) se le tiene que interrogar" porque "él
sabe dónde están" los estudiantes, dijo a la AFP Manuel Martínez, uno de
los voceros de los padres de los desaparecidos, refiriéndose a Abarca.
La fiscalía convocó a los medios en la tarde del martes para ofrecer
más detalles pero previamente recibió a decenas de familiares y
compañeros de las víctimas que llegaron en tres autobuses desde
Ayotzinapa.
Los padres, que insisten en que sus hijos están vivos, accedieron por
una puerta lateral de la fiscalía mientras frente a la entrada
principal se manifiestan una treintena de estudiantes que exigen la
aparición con vida de los jóvenes.
La vivienda donde fueron localizados Abarca y su esposa se encuentra en el empobrecida e inseguro barrio de Iztapalapa.
La esposa de un médico que vive a un costado del inmueble narró a la
AFP que al momento del amplio operativo policial, en la madrugada, pensó
que iban a entrar al consultorio de su marido. "Tuvimos mucho miedo",
reconoció la mujer, que pidió el anonimato.
"Nunca los vi", dijo de su lado Alberto Neftalí, un hombre que vive desde hace 60 años en la casa de enfrente.
Presionado por pedidos internacionales de la ONU o Estados Unidos, el
gobierno mexicano recalca que su prioridad es encontrar a los
estudiantes, que siguen siendo buscados por tierra, agua y aire.
El gobierno espera que las declaraciones de Abarca den pistas
efectivas para localizar a los jóvenes, lo que no sucedió con los otros
56 detenidos, entre ellos Sidronio Casarrubias, supuesto líder de
Guerreros Unidos.
La fiscalía cree que el alcalde ordenó a sus policías que reprimieran
a los estudiantes por temor a que sabotearan un evento encabezado por
su esposa como directora local de un organismo público de protección a
la infancia.
Al menos 22 policías de Iguala, una ciudad de 140.000 habitantes,
están detenidos acusados de disparar a los jóvenes y entregarlos después
a los Guerreros Unidos. Las autoridades no han reconstruido lo que
sucedió a partir de este momento.
Abarca y Pineda, bautizados en Iguala como "La pareja imperial" por
su poder y ostentación, eran conocidos por vestir con ropa cara y
ataviarse de oro.
En su corta carrera política, Abarca afincó un imperio joyero en
Iguala, donde era un secreto a voces su tenebrosa relación con el crimen
organizado.
Después de su fuga se supo que el alcalde, elegido en 2012 por el
izquierdista Partido de la Revolución Democrática (PRD), fue investigado
en varias ocasiones desde 2010 por presuntos nexos con la delincuencia
organizada y que está acusado del homicidio de un líder campesino en
2013.
Pineda, de su lado, es hermana de tres narcotraficantes y fue
señalada por la fiscalía de ser la principal operadora de los Guerreros
Unidos entre las autoridades de Iguala. Pineda aspiraba a suceder en
2015 a su esposo en esta importante alcaldía de la empobrecida y
violenta región de Guerrero.
AFP
Tomado de http://noticias.terra.com.pe
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