De acuerdo con el plan de la Administración Obama, Radio y Televisión
Martí, pertenecientes a Broadcasting Board of Governors (agencia
federal independiente), se convertirían en una entidad separada, junto
con partes no especificadas del servicio en español de la Voz de
América.
La entidad dejaría de ser parte del gobierno norteamericano para
convertirse en un “grantee” (beneficiario independiente) que recibiría
fondos federales.
Funcionarios de la Administración dijeron que la propuesta no estaba
relacionada con el acercamiento a Cuba y tenía como objetivo
“modernizar” la emisora.
La entidad dejaría de ser parte del gobierno norteamericano para
convertirse en un “grantee” (beneficiario independiente) que recibiría
fondos federales.
La propuesta tendría que ser aprobada por el Congreso, dominado por
los Republicanos, donde miembros, críticos del acercamiento Cuba-EEUU
opinan que Washington parece estar entregando todas sus cartas a La
Habana, sin obtener a cambio una mejoría en el campo de los derechos
humanos en Cuba.
Preguntada sobre la propuesta, la vocera del Broadcasting Board of
Governors, Leticia King, dijo que la idea era dar a la emisora mayor
flexibilidad al realizar contratos, adquisiciones y en la
administración, al eliminar las regulaciones del gobierno federal. King
dijo que si el cambio es aprobado por el Congreso, la transición tomaría
por lo menos dos años.
Phillip Seib, un profesor de periodismo y diplomacia pública de la
Universidad del Sur de California, dijo que duda que el Congreso apruebe
los cambios a Radio y TV Martí, a pesar de que él las considera “falta
de efectividad”. Agencias
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